Una embarcación turística con 30 pasajeros embarranca en el Ebro

Una embarcación turística con 30 pasajeros a bordo embarrancó ayer en el Ebro sin causar daños. La nave, de la que es propietario el Ayuntamiento de Benifallet, navegaba sin la preceptiva licencia -'está en trámite', señaló el alcalde, Jaume Lluís- aunque sí contaba con un 'seguro provisional'. Lluís defendió la competencia del patrón, pero evitó precisar si dispone de la titulación necesaria.

El rescate de los turistas fue realizado por 'zodiacs' y duró dos horas

Los 30 turistas tuvieron que ser rescatados después de que la embarcación embarrancara en las proximidades del azud de Xerta (Baix Ebre). Ninguno de ellos resultó herido. La barcaza, bautizada como El Benifalletenc, no dispone de licencia administrativa y fuentes vecinales aseguran que su patrón tampoco dispone de título.

La embarcación quedó varada en el azud de Xerta, destino que visita habitualmente desde que el Ayuntamiento de Benifallet puso en marcha este servicio turístico hace dos meses. El alcalde, Jaume Lluís (CiU), manifestó ayer que el consistorio todavía está tramitando la licencia de la barcaza y añadió que dispone de un seguro 'provisional'.

Otras fuentes aseguraban que el patrón de la embarcación no dispone del título necesario para gobernar este tipo de naves, aunque el alcalde salió en su defensa: 'Tiene 1.300 horas de navegación', aseguró. La Comandancia de la Guardia Civil de Tarragona se limitaba a señalar que una patrulla participó en las tareas de rescate y que en el caso de confirmarse las irregularidades administrativas cursaría la pertinente denuncia.

El accidente se produjo a la una del mediodía, durante uno de los trayectos turísticos habituales que recorre el Ebro, de Miravet al azud de Xerta. El Benifalletenc salió del embarcadero de Benifallet y tenía que recorrer los aproximadamente 10 kilómetros río abajo que separan el pueblo del azud. A pocos metros de este punto la barcaza perdió el control. Los Bomberos de la Generalitat explicaron que la causa más probable de que el patrón no pudiera gobernar la barcaza fue el fuerte viento que soplaba en la zona, aunque tampoco se descartaba que el accidente hubiera sido causado por el empuje de un remolino en el río o una imprudencia del patrón. El alcalde, Jaume Lluís, se inclinaba por la primera hipótesis pero no descartaba que el patrón pudiera haberse acercado demasiado al azud, porque 'los turistas querían verlo de cerca'. La barcaza se posó encima del azud con peligro de perder el equilibrio y precipitarse en la caída de agua. Los 30 pasajeros -entre ellos un menor-, un grupo de jubilados de la Selva del Camp (Baix Camp) y otro de excursionistas de la Riera de Gaià (Tarragonés), tuvieron que ser evacuados con embarcaciones ligeras tipo zodiac después de que los equipos de salvamento estabilizaran la embaración. La Policía Local de Tortosa se encargó de las primeras atenciones a los viajeros, que pudieron volver a sus casas durante la tarde de ayer. Las tareas de rescate se prolongaron durante aproximadamente dos horas y después la barcaza fue remolcada hasta el embarcadero de Benifallet.

El turismo fluvial se ha desarrollado en el Ebro y son varias las empresas privadas que ofrecen rutas por los tramos navegables del río. El Benifalletenc es un caso atípico y es el único barco de titularidad municipal que trabaja actualmente, aunque consistorios como el de Garcia (Baix Ebre) han manifestado interés en copiar la iniciativa.