SEIS 'GOYAS' EN LA MENORCA DE 1802
Una exposición conmemora en el museo de Mahón la definitiva adhesión de la isla a la corona española con el Tratado de Amiens
Menorca celebra este verano el bicentenario de su definitiva adhesión a España con la firma, en 1802, del Tratado de Amiens, una fecha que ayer recordaron una exposición sobre el arte y el ambiente menorquín de aquella época, con seis cuadros de Goya, y un concierto de Jordi Savall. Aquel tratado, firmado en julio de 1802, puso fin a un turbulento siglo en el que las grandes potencias se disputaron este punto clave para las rutas comerciales y militares del Mediterráneo, una época en la que la isla estuvo en manos inglesas de 1708 a 1756, de 1763 a 1782 y de 1798 a 1802.
Entre uno y otro periodo, la isla perteneció a Francia (entre 1756 y 1763) y a España (entre 1782 y 1798), hasta que la Paz de Amiens cerró la disputa sobre la codiciada isla, que a partir de entonces quedó definitivamente adherida a la corona española.
Para conmemorar esta fecha, la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC) inauguró ayer, en el Museo de Menorca (Mahón), la exposición 1802: España, entre dos siglos y la recuperación de Menorca, y celebró, en el teatro Municipal de Mahón, un concierto para el que el músico catalán Jordi Savall ha rescatado piezas de la época. Estos dos actos son 'el cenit de la conmemoración del Tratado de Amiens', según dijo el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas. El presidente de la SECC, Luis Miguel Enciso, destacó que esta fecha es 'un símbolo de la paz mediterránea, europea e hispánica'. Comisariada por Juan J. Luna, conservador del Museo del Prado, la exposición, que permanecerá en Menorca hasta el 30 de octubre y luego viajará al Museo Arqueológico Nacional, reúne 234 piezas de la época, desde pinturas a indumentarias, periódicos, monedas o instrumentos científicos y muebles que recrean aquel tiempo.
La exposición recorre los gustos artísticos de la época en una de sus secciones, La corte y el coleccionismo, una muestra de pinturas, esculturas y objetos con los que se decoraban los palacios y mansiones de la época. Entre ellas destacan seis lienzos de Goya que pertenecen a colecciones particulares, Carlos IV, María Luisa, Coloquio galante, Bordador Robredo, Marianito y Las mulillas.
En otros apartados, el montaje continúa con grabados sobre personajes de la época, como Napoléon, José Bonaparte, Godoy, el general Urrutia, Collingwood; dos lienzos de Carnicero, otro de Zacarías González Velázquez, dibujos de Chiesa, Calbó y D. Allan, con escenas costumbristas; dos maquetas de los navíos Santa Ana y San Pascual, con dibujos de barcos corsarios atribuidos a Schranz, y obras de Mongofre y Salvador Mayol, procedentes de colecciones públicas y privadas.
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