Aumenta el uso del vehículo privado para acceder a Barcelona

La mala noticia es que aumenta el uso del transporte privado para acceder a Barcelona. La buena, que en el año 2000 casi el 59% de los desplazamientos dentro del área metropolitana de la capital catalana se efectuaron en transporte público, lo cual supone casi tres puntos más que en 1998. La Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) realiza el siguiente diagnóstico: 'El reparto de la movilidad entre el vehículo privado y el público no resulta demasiado positivo'.

De acuerdo con el informe de la ATM, en el año 2000 un total de 3.136.693 viajeros circularon diariamente por Barcelona. De éstos, el 58,7% utilizó el transporte público, frente al 57,9% en 1999 y el 56,1% en 1998. El aumento de casi tres puntos en el uso de metros, autobuses o trenes dentro del área metropolitana beneficia a todos por cuestiones de tráfico, contaminación, ahorro y comodidad. Sin embargo, el uso del vehículo privado sigue siendo mayoritario para acceder a la ciudad desde otros puntos de Cataluña.

Las cifras cantan. Según el análisis del ATM, el porcentaje de viajeros que accedieron a la ciudad en vehículo privado ha aumentado más de un punto entre 1998 y 2000: del 68,8% al 70,1%. Si tenemos en cuenta que cada día entran y salen de la ciudad más de 1.330.000 viajeros en su propio coche, una diferencia de 1,3 puntos suponen unos 17.290 coches más cada día. La ATM afirma que este aumento se debe fundamentalmente a 'una transferencia del tráfico privado desde la B-17 hacia la nueva pata Sur, y a un incremento sustancial de los flujos a la C-58 y los túneles de Vallvidrera, así como a la consolidación del servicio de autovía del Baix Llobregat', a pesar de las mejoras de la línea Anoia-Llobregat de los Ferrocarrils de la Generalitat.

De los cinco grandes accesos a la ciudad, en 2000 el 26,9% de los viajeros procedentes del área del Besòs efectuó su entrada o salida a Barcelona con transporte público, frente al 29,8% en 1998. Por Collserola, el 30% de los viajeros accedió a la ciudad en autobús o ferrocarriles en 2000 frente al 70% que lo hizo en vehículo privado. En 1998, en cambio, hasta el 35% usó el transporte público y el 65% su propio coche. Por el área de Llobregat, el uso del transporte público disminuyó del 32,1% en 1998 hasta el 27,7% en 2000.

Integración tarifaria

La integración tarifaria quizá contribuirá a la disminución del tráfico privado para acceder a Barcelona, pero queda por estudiar su impacto porque se implantó plenamente hace ocho meses. En el interior de la ciudad, en cambio, el transporte público va ganando adeptos. 'Una de las primeras consecuencias de la integración tarifaria en la ciudad fue el aumento de 100 unidades en la flota de autobuses', declaró el pasado martes José Antonio Patiño, portavoz de TMB, quien aseguró que antes de acabar el año 2002 se incrementarán en 'seis o siete líneas más' los autobuses de barrio. El uso del transporte público ha aumentado 'porque la gente va dándose cuenta de que puede hacer más viajes por el mismo dinero: con la integración se puede usar el mismo billete, aunque se cambie de transporte público, a lo largo de una hora y cuarto', recordó Patiño.

En 2001 se efectuaron 305 millones de viajes en metro, lo cual supone 11 millones más que el año anterior. El autobús, en cambio sufre un bajón considerable: los 203 millones de viajes en 2000 disminuyeron hasta 184 millones en 2001; es decir, 19 millones menos. Maite Capdet, portavoz de ATM, insiste en que esta reducción no es tal porque 'en 2000 contábamos los viajes por tarjeta comprada, aunque no se utilizaran todos los viajes, y en 2001, en cambio, se cuenta por viaje efectuado'. Pero algo hay: según el Instituto Nacional de Estadística, en junio de 2002 se efectuaron en Cataluña 21.395.000 viajes en autobuses urbanos, casi el 11% menos que en junio del pasado año.