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GENTE

LA 'GEISHA' CHILENA, ACUSADA DE DESFALCO EN JAPÓN

Anita Ester Alvarado, más conocida como la geisha chilena, está bajo el punto de mira de la justicia japonesa. Una empresa, la Corporación Pública de Vivienda de Amori, anunció ayer que ha demandado a Alvarado por comprar propiedades en Chile con el dinero recibido de su marido, Yuji Childa, un funcionario japonés responsable de un desfalco de 11,3 millones de euros, el mayor en la historia del País del Sol Naciente. Childa, que cumple una condena de siete años en una prisión chilena, ha declarado que cuando consiga el divorcio de su esposa (en Chile el divorcio no es legal) devolverá a la empresa los 6,7 millones de euros que entregó a su esposa para 'proyectos personales'.

Yuji Childa era un empleado aparentemente ejemplar hasta que conoció a Anita en el bar de copas donde ésta ejercía como prostituta. Después de un breve romance, la pareja contrajo matrimonio en Chile en 1997. Yuji demostró ser pronto un marido espléndido que colmó a su nueva esposa de regalos. Lo malo es que el dinero lo sacaba de la empresa donde trabajaba como jefe de contabilidad. Para cuando la sociedad sospechó y puso en marcha una auditoría, el funcionario modelo había conseguido despistar ya 11,3 millones de euros, más de la mitad de los cuales fueron a parar al bolsillo de su mujer. Childa huyó a Chile, pero la Interpol le seguía los pasos y le echó el guante en octubre de 2001.

Anita Ester Alvarado es considerada por parte de su país como una especie de Robin Hood, que robó dinero a un rico japonés para emplearlo, no sólo en mansiones y jacuzzis, sino también en ayudar a gente pobre. Tan pobre como era ella antes de lanzarse a la calle. La geisha chilena nació hace 29 años en el seno de una familia paupérrima y extremadamente religiosa de Santiago. Anita se inició en la prostitución a los 16 años, tras tener a su primer retoño, fruto de una violación (actualmente tiene cuatro, todos ellos de padres distintos). Después de participar en películas porno, en 1994 emigra a Japón, decidida a hacerse un hueco en los burdeles de lujo, donde adquirió fama entre los ejecutivos nipones y conoció a su futuro marido. Y de allí, a la buena vida y a la fama.

Anita está orgullosa de lo lejos que ha llegado viniendo de donde viene. Está a punto de salir su autobiografía, Me llamo Anita Alvarado, que será publicada por Ediciones B y que cuenta sus difíciles orígenes y su espectacular ascensión a la fama. Y todo, con una filosofía práctica de la vida. 'La mayoría de mujeres se casan porque el tipo tiene un bonito auto y una casa. Igual es interés, pero no lo confiesan, como yo. Luego se divorcian y se quedan sin nada. Yo me aseguré hasta la muerte'.

Anita Alvarado, en una foto cedida por <b></b><i>El Mercurio.</i>
Anita Alvarado, en una foto cedida por El Mercurio.

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