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Reportaje:

A Madrid por Cuenca, también en carretera

La red de autovías del plan de infraestructuras 2010 variará las rutas de viaje de los valencianos

La red de autovías que dibuja el Gobierno para 2010 variará las rutas de viaje que emplean los valencianos en el resto de la Península y, cómo no, las que usan los turistas para viajar a este litoral. Cruzar la Península camino de Lisboa sin pasar por Madrid y ahorrando 100 kilómetros; viajar al Pirineo por Teruel dos horas más rápido, por fin, en cómodas autovías; dirigirse a Andalucía por Albacete... Son sólo algunas de las opciones, que aún no son más que líneas en los mapas. Incluso, a semejanza del futuro AVE, muchos castellonenses viajarán a Madrid pasando por Cuenca.

El Plan de Infraestructuras 2010 lanzado hace dos años por el Gobierno puede cambiar, de ejecutarse realmente los más de 5.000 kilómetros de carreteras de gran capacidad previstos, los hábitos de viaje de los valencianos. En principio, son pocas las infraestructuras a ejecutar por el Ministerio de Fomento en la Comunidad Valenciana. Se limitan a varios tramos de la autovía de La Plana, que duplica la A-7 por el interior de Castellón, y a la autovía Central, que enlaza Xátiva y Alicante. A largo plazo también se prevé una autopista de peaje entre Villena y Alicante. Pero los valencianos no sólo se aprovecharán de las carreteras de su propio territorio.

A priori, la conexión que más va a favoreder a la Comunidad Valenciana es el cierre de la autovía Sagunto Somport, una infraestructura de 434,3 kilómetros en total que todavía está a medio hacer. Bajo el epígrafe de autopista Sagunto-Aragón, Fomento se ha propuesto para antes de 2010 en su plan de infraestructuras construir 224,5 kilómetros con un presupuesto de 600 millones de euros (100.000 millones de pesetas). Esta autovía mejorará sustancialmente el enlace de los valencianos con Aragón, Navarra, el País Vasco y el norte de Castilla y León, además de suroeste francés. Actualmente sólo están en servicio 26,1 kilómetros en la Comunidad Valenciana, 36,6 en Teruel, 39,2 en Zaragoza y 33,2 en Huesca.

Una vez terminada, previsiblemente hacia 2005, Valencia se situará a sólo 145 kilómetros de auténtica autovía de Teruel, a 326 de Zaragoza, a 398 de Huesca, a 498 de Logroño, a 501 de Pamplona, a 593 de San Sebastián, a 584 de Vitoria y a 650 de Bilbao. Los castellonenses sólo tendrían que hacer 15 kilómetros más para llegar a esas ciudades. Y los vecinos de Alicante, alejados otros 166 kilómetros de Valencia, también se ahorrarán muchos kilómetros, sobre todo en los viajes a las capitales aragonesas, y se evitarán el forzoso paso por Madrid para enlazar con esa zona del norte peninsular.

Autovía Teruel-Cuenca

Existen otras dos obras prioritarias para Fomento que favorecerán mucho las comunicaciones valencianas. La primera es la autovía de Castilla-La Mancha que, con una longitud de 218,9 kilómetros y un presupuesto de 460 millones de euros (76.575 millones de pesetas), enlazará, casi en línea recta de este a oeste, la A-5, desde Maqueda y pasando por Toledo, con la A-4, a la altura de Ocaña, con la A-3, a la altura de Tarancón, y con Cuenca. La segunda es la autovía Teruel-Cuenca, de 150 kilómetros y un presupuesto de 450 millones de euros (75.000 millones de pesetas). Mientras la primera infraestructura ya ha superado la fase de proyecto (hay tramos en licitación y alguno en obras), la segunda está todavía en fase de estudio informativo.

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La autovía de Castilla-La Mancha permitirá evitar pasar por Madrid para dirigirse a Extremadura, aunque hay otro proyecto que facilitará aún más el viaje. Y sumándo ese eje a la autovía Cuenca-Teruel se abren nuevas posibilidades para los castellonenses. Por ejemplo, para Segorbe, alejada de Teruel por apenas 91 kilómetros, la construcción del eje Teruel-Cuenca y el tramo de la autovía de Castilla-La Mancha entre Cuenca y Tarancón, de 79 kilómetros, situarían a esta ciudad castellonense a 400 kilómetros justos de autovía de Madrid. Incluso para muchos habitantes de la provincia será más interesante ir a buscar Segorbe (a 54 kilómetros de Castellón) para ir a Madrid por Teruel y Cuenca que viajar a Valencia y transitar por la A-3.

Otro gran eje que también surcará la península será la A-42, formada por la autovía Badajoz-Ciudad Real, de 320 kilómetros, todavía en fase de estudio y con un coste de 660 millones de euros (110.000 millones de pesetas); y la autovía Ciudad Real-Atalaya del Cañavete, de 144,7 kilómetros, con proyecto redactado, algunos tramos licitados y con un gasto de 287 millones de euros (47.687 millones de pesetas).

Es decir, este eje conectará de forma más directa todavía (prácticamente una línea recta, ahorrando más de 100 kilómetros) la capital valenciana con la portuguesa, por lo que ya se le conoce como la autovía Lisboa-Valencia. Igualmente la A-42 será útil para los alicantinos, ya que enlaza con Atalaya en el punto de confluencia de la A-301 y la A-3.

Por último, también destaca la autovía que unirá Albacete con Linarés y Bailén, conectando la A-301 con la A-4, lo que permitirá a los valencianos viajar a Andalucía occidental de una forma mucho más cómoda. Esta infraestructura, de 215 kilómetros y presupuestada en 390 millones de euros (65.000 millones de pesetas), tendrá que esperar algunos años para ver la luz ya que aún está en fase de estudio informativo.

Nuevas rutas de peaje

El plan de infraestructuras del Ministerio de Fomento también prevé, dentro del II Programa de Autopistas de Peaje, construir 769 kilómetros de nuevas carreteras de pago, con un coste de más de 4.000 millones de euros (670.000 millones de pesetas). Nuevas autopistas que se sumarán a las que ya están ejecutándose, lideradas por los nuevos ejes radiales que llegan a Madrid en paralelo a las carreteras nacionales de siempre. Por supuesto, los conductores valencianos podrán beneficiarse pronto de estas infraestructuras, bien sea pagando para circular por ellas, bien porque las nacionales perderán algo de su tráfico. Y de ellas es la R-3 Madrid-Arganda la que más directamente afecta a la Comunidad Valenciana. Pero no es la única. Habrá dos nuevas autopistas de peaje que recorrerán el eje Madrid-Alicante. Así, la R-4, que enlazará Madrid con Ocaña y que ya está ejecutándose, será prolongada, según el plan de infraestructuras de Fomento, hasta La Roda. Otros 125 kilómetros y un presupuesto de 510 millones de euros (85.000 millones de pesetas). Por supuesto, los que salen o llegan de Valencia también podrán enlazar con esta autopista con algún enlace desde la A-3 Además, también se prevé la autopista Alicante-Villena, con 75 kilómetros y un presupuesto de otros 495 millones de euros (82.500 millones de pesetas). Y aunque más tangencial, tras la construcción de la autopista Alicante-Cartagena, Fomento también prevé ampliar la autopista de peaje que recorre toda la costa entre Cartagena y Vera, para enlazar con la autovía del Mediterráneo. En total serán otros 100 kilómetros y un coste de 525 millones de euros (87.500 millones de pesetas).

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