Una consultora llamada IBM
El fabricante se vuelca en los servicios tras la compra de PwC Consulting
De fabricantes de cacharros a consultores. La compra de la división de servicios de PricewaterhouseCoopers por parte de IBM es la última prueba de que las grandes compañías de tecnología se están volcando en el sector de los servicios, un negocio con más márgenes y espacio para crecer que la fabricación de ordenadores. IBM se convierte en la primera consultora, mientras que PwC Consulting despeja el camino a sus colegas auditores tras más de dos años de búsqueda.
Los analistas ven riesgos en la integración por las diferencias de estructura organizativa, gestión y cultura corporativa de ambas
IBM pensó en comprar la división de consultoría de PricewaterhouseCoopers (PwC Consulting) hace unos dos años, cuando también Carly Fiorina, presidenta de Hewlett-Packard, estuvo a punto de gastarse 18.000 millones de dólares en la compañía. Pero esta compra, anunciada en pleno boom financiero, fue frenada en el último momento porque las acciones de HP comenzaron a bajar y el consejo de administración se percató de que se trataba de una compra 'excesivamente cara'.
Las cosas han cambiado mucho desde entonces. El crash bursátil, la crisis de confianza de las compañías auditoras tras casos como el de Enron y la falta de inversión en tecnologías de la información de las empresas han provocado que la valoración de PwC Consulting, y el precio que IBM estaría dispuesta a pagar por ella, desciendan como un cohete.
Ambas compañías pasan, además, por problemas. Las ventas de PwC Consulting han caído un 10,94% este año, mientras que IBM rebajó sus previsiones de ingresos del primer trimestre en 1.000 millones de dólares y ha despedido a unas 10.000 personas. La situación de la Bolsa también ha favorecido el acuerdo. PwC Consulting, que había trasladado su sede social a Bermuda y había sustuido su nombre por el de Monday, tenía depositados en la Comisión de Valores estadounidense (SEC) todos los documentos para salir a cotizar, en principio este mismo mes.
Una última vuelta en la tuerca que ha favorecido esta compra es la nueva legislación del Gobierno de George Bush para garantizar que exista mayor separación entre los negocios de auditoría y consultoría.
IBM se ha gastado, finalmente, 3.500 millones de dólares -en dinero y acciones- en una compañía que factura unos 4.900 millones. Es decir, ha pagado un ratio de 0,9 veces la facturación, frente al de 2,9 que hubiese pagado HP en su momento o el 3,7 de la compra de la división de consultoría de Ernst&Young por parte de Cap Gemini, hace dos años, la última gran transacción del sector.
'Nos pareció un precio excesivo entonces, y aún creemos que lo es ahora', explican fuentes de HP, que confirman también que PwC se 'ofreció' a la compañía de Fiorina hace unas semanas. Los analistas coinciden, sin embargo, en que IBM ha conseguido 'una ganga', en palabras de HBV. El negocio de servicios de IBM ya era enorme; IBM Global Services, que es como se llama la división de consultoría del gigante informático, factura unos 35.000 millones de dólares. La integración de PwC Consulting supondrá un incremento en ingresos para IBM del 56%, según cáculos de USBancorp, y una mejora en los márgenes (ver gráfico).
PC en caída libre
Y es que el negocio tradicional de IBM, la venta de ordenadores personales, está cayendo en picado. Un extenso informe de AG Edwards sobre las cuentas de la compañía en el segundo trimestre, anunciadas hace unos días, muestra que el área de equipos de IBM ha caído un 15,7% respecto al mismo periodo del año pasado, frente a un crecimiento del 7,6% del negocio de programas y un ligero descenso (-0,9%) de los servicios. IBM ha externalizado ya su fabricación de PC a la compañía Sanmina, y la compra de PwC Consulting incrementa aún más el peso de los servicios en sus cuentas, que ya suponen el 44% de su negocio global. 'IBM sigue investigando y comercializando en el área de ordenadores', puntualiza Amparo Moraleda, presidenta de IBM España. 'Pero nuestro enfoque es convertir la tecnología en soluciones de negocio', continúa.
Tras la compra, que aún debe ser aprobada por las autoridades de defensa de la competencia, el área de servicios de IBM contará con unos 182.000 empleados y facturará unos 39.000 millones de dólares. Los consultores de PwC se integrarán en el área de IBM conocida como Business Innovation Services (BIS), dedicada a la consultoría y la integración de sistemas, y que es precisamente donde más ha caído el negocio de la compañía en el último año. Según el análisis de AG Edwards, el negocio de esta división ha descendido un 11%, entre otras cosas, 'porque la falta de megafusiones' ha reducido la necesidad de integrar distintos sistemas informáticos. La compra de PwC reforzará, por tanto, el área más débil de IBM Global Services.
En España, el área de servicios de IBM tendrá 5.800 personas y, según asegura Moraleda, no hay previsto realizar ningún recorte de plantilla. 'Las dos compañías son extraordinariamente complementarias', asegura, explicando que IBM está más especializada en plataformas tecnológicas, mientras que los consultores de PwC conocen mejor los sectores industriales.
Algunos analistas, sin embargo, ven varios riesgos en esta integración, que se complentará, probablemente, a finales de año. Para empezar, la estructura de socios de PwC es muy compleja y opuesta a la enorme organización piramidal de IBM. Fuentes de los sectores de la consultoría y la tecnología ven grandes diferencias, además, en la cultura corporativa de ambas empresas, e incluso en la edad y formación de los consultores. Gran parte del dinero que HP iba a pagar por PwC Consulting se iba a destinar a planes de fidelización de los socios, que ahora no están detallados, aunque otros analistas, como First Albany, creen que la actual situación de la economía y el mercado pueden ayudar a IBM a retener a los empleados de PwC. Además, algunos analistas creen que puede haber un conflicto de intereses en el hecho de que PricewaterhouseCoopers sea el auditor de IBM.
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