Ratificado en su cargo el director general de la Caixa d'Enginyers

El pleno del consejo rector de Caixa d'Enginyers de Catalunya, encabezado por su presidenta, Isabel de P. Trabal Tallada, reafirmó ayer su confianza en el director general de esta entidad, Hilario Lorente Vidal, que se encuentra en libertad con cargos después de haber sido detenido por la policía en relación con una estafa supuestamente cometida por el director de una sucursal de esta institución financiera. La policía acusa a Lorente de coaccionar a un cliente para que no denunciara la estafa de la que había sido víctima.

Según el comunicado hecho público ayer por esta entidad, el consejo, reunido de urgencia, 'confía en un pronto esclarecimiento de los hechos en relación con la estafa del ex empleado' y recuerda que 'el director general compareció voluntariamente en las dependencias policiales dando cumplida explicación de todo lo ocurrido y acreditando que no se había producido irregularidad alguna en la actuación de Caixa d'Enginyers'.

Muestras de apoyo

Lorente ha recibido el expreso encargo del consejo de gestionar personalmente este conflicto y asegurar la defensa de los intereses de los socios y de la entidad, añade la nota. Trabal explica que 'se han adoptado todas las medidas oportunas' en este sentido. 'Estamos recibiendo diariamente continuas muestra de apoyo de numerosos socios que nos animan a seguir en esta línea', añade la presidenta del consejo en la nota.

La Jefatura Superior de Policía informó el viernes de que el director general de la Caixa d'Enginyers coaccionó a un cliente bajo la amenaza de que nunca recuperaría los más de 900.000 euros (unos 150 millones de pesetas) que le había robado de su cuenta bancaria Jorge V. M., director de una sucursal de esta entidad, si denunciaba los hechos.

Jorge V. M., de 43 años, actualmente en prisión, está acusado de apropiarse de 2,8 millones de euros procedentes de las cuentas de tres clientes, todos ellos mayores de 70 años, supuestamente para hacer frente a los gastos que le ocasionaba satisfacer los caprichos de su mujer, una ex prostituta de origen argentino a la que había conocido en un local de alterne, de la que se enamoró apasionadamente y con la que se casó. También se encuentra en prisión su secretaria, Mireia L. G., de 27 años, como cómplice y encubridora, quien según la policía cobraba un porcentaje de lo estafado.

La Caixa d'Enginyers de Catalunya declaró en su informe anual de 2001 que había gestionado más de 645 millones de euros y obtenido unos beneficios de 3,3 millones de euros.