Los trastornos neurológicos son responsables del 60% de las alteraciones en la locomoción del anciano, según expertos
Los trastornos neurológicos de la marcha son responsables del 60 por ciento de los problemas de la locomoción que afectan a la población anciana, mientras que el resto se deben a disfunciones biomecánicas u otras más generales motivadas por enfermedades cardiacas o respiratorias, según afirmaron hoy expertos en la materia reunidos en el seminario sobre Motilidad y Envejecimiento celebrado en el marco de los Cursos de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander.
En aproximadamente uno de cada cinco casos en los que el anciano tiene dificultades para caminar correctamente no se identifica la causa del problema, siendo varios factores los que incurren en el mismo. "Es habitual que se deterioren diferentes sistemas obligando al anciano a caminar con pasos cortos o desarrollar en exceso mecanismos de compensación como si caminara sobre hielo u otra superficie inestable", explicó el doctor Francisco Grandas, del Servicio de Neurología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón (Madrid).
En este apartado, los especialistas destacaron también el "alto impacto sociosanitario" de las alteraciones de la marcha, ya que las caídas y traumatismos que pueden provocar "elevan significativamente la morbimortalidad de la población anciana". Además, la dificultad para caminar "puede favorecer el aislamiento de los pacientes, que tienden a movilizarse cada vez menos y ven mermada así su funcionalidad", añadió Grandas durante su intervención en este foro, patrocinado por la Fundación Pfizer.
Para poder caminar, es necesario que diferentes estructuras funcionen correctamente, no solamente el sistema biomecánico osteoarticular, la más conocida de ellas, sino también las diferentes partes del sistema nervioso, encargadas de mantener la postura, el equilibrio y de generar los movimientos rítmicos que finalmente darán lugar a la acción de caminar, precisó la Fundación Pfizer.
Por otra parte, el seminario abordó también la "estrecha relación que guardan las demencias y los problemas de movilidad que afectan al anciano". "Varias enfermedades cursan con afectación tanto de la función motora como de la cognitiva", aseguró el doctro Grandas, añadiendo, a modo de ejemplo, que patologías degenerativas que afectan a la corteza cerebral, como el Alzheimer, pueden ocasionar trastornos motores que repercuten en la capacidad para andar correctamente.
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