El Vaticano trata de frenar a la Iglesia evangélica
El Papa tenía prevista su llegada a México esta madrugada para canonizar al indio Juan Diego, clamar contra el racismo y por la justicia social, y contener la mudanza de indígenas católicos hacia confesiones percibidas como más activas contra el alcoholismo, una plaga, la prostitución y otros padecimientos terrenales. La deserción alcanzó el 30% en los últimos tres años, según el responsable de Asuntos Religiosos del estado de Oaxaca, Ranulfo González.
México, con 12 millones de indígenas de 56 etnias, tiene cien millones de habitantes, y el 90% se declara católico. La canonización de Juan Diego y la beatificación de dos mártires zapotecos reviste especial significación en un país que registró, durante los últimos tres decenios, un notable crecimiento de las confesiones de raíz cristiana procedentes de Estados Unidos o Europa: desde la Iglesia de la Luz de Mundo, a los mormones, los adventistas, los sabáticos o los testigos de Jehová.
Los protestantes son todavía minoría, el 7,4%; de ellos, el 5% evangélico, según los datos disponibles, pero prosperan en el empobrecido sur, especialmente en Oaxaca y Chiapas, a caballo de los éxitos de su proselitismo, y de programas de salud y educación. El protestantismo se popularizó, según el especialista Roberto Blancarte, y no es el calvinismo y luteranismo de antaño. 'Está más ligado a la religiosidad popular'.
De acuerdo con el antropólogo Elio Masferrer, la sangría responde a causas diversas. Una de ellas es que la Iglesia de Pedro se manifiesta en multitudes, más solemne y vertical, mientras los pastores evangélicos, muchos casados, fomentan una mayor aproximación con sus feligreses. En el siglo XIX, el obispo José María Luciano obligaba a la grey a que le hablara arrodillada. La sostenida penetración de los herejes ha ocasionado violentas pugnas con los católicos, e ilustrativos chistes. Un padre católico que observa en su hija disipación respira al reconocer ésta su condición de prostituta. 'Ah, creía que habías dicho protestante'.
Preocupación vaticana
La jerarquía católica confía en que la quinta visita del Papa a México revertirá una tendencia que en Guatemala alarma: el 30% sigue a la Iglesia evangélica. Uno de sus más fieles devotos es el general Efraín Ríos Montt, buscado por delitos de terrorismo de Estado y genocidio. Las estadísticas avalan la preocupación vaticana. Los testigos de Jehová de Oaxaca, estado con 3,3 millones de habitantes, buena parte indígena, son ya 50.000, según Ranulfo González. Y Chiapas, con cuatro millones, sufre también las deserciones, y el 40% de sus pobladores admite no profesar la fe del Pontífice. Hace menos de 20 años, el 98% era católico; ahora no llegan a los dos millones; los evangélicos se acercan al medio millón, y los credos esotéricos y las sectas proliferan en todo México.
La canonización del indio Diego debiera estimular la solidaridad de criollos y mestizos hacia los compatriotas marginados, según organizaciones de derechos humanos. Los indios son míseros entre los 50 millones de pobres nacionales, y aplastante mayoría entre los 17 millones atrapados por la indigencia extrema.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.