_
_
_
_
LA CRÓNICA
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

¡Uau Ally!, ¡qué moderno es el porno!

Los de La Fura dels Baus prometen sexo explícito en su obra XXX. Y a mí el sexo explícito me gusta, así que voy a verlos al Teatre Lliure. Para ello pospongo mi ración de vídeo pornográfico semanal. Me guardo para el domingo Incesto en familia. (La elegí por el título: el incesto es mejor en familia.)

Nada más ocupar la localidad, una voz nos advierte de que no apaguemos el móvil, porque así podremos enviar mensajes que se supone que aparecerán en una pantalla gigante. Para que veamos el nivel han escrito algunos, de muestra: 'Rubia fila 5 hace francés gratis', 'Pareja de maduritos fila 5 busca joven para trío' o 'El acomodador es gay'. Esta última frase provoca las risas del público, no entiendo por qué. Y como en el escenario, además, hay un taburete, empiezo a sufrir por si los de La Fura se han vuelto clásicos y nos van a interpretar una especie de El Club de la comedia en pelotas, donde ser gay es noticia y es gracioso. Pero no. Empieza la obra y es tan escandalosa como el cartel.

La Fura dels Baus promete poner a prueba los límites morales del espectador y lo consigue, al menos, con una frase

Salen dos actrices. Representa que una hace un casting para actuar en una película porno de la empresa Private. Sí. Algún puntilloso puede objetar, con razón, que los actores de XXX jamás superarían un exigente casting de Private. Que no tendrían ni que desnudarse para no ser admitidos. Que otra cosa son los vídeos de porno casero donde todos damos la talla. Pero es que el teatro es imaginación. Además, lo importante de la obra, basada en La filosofía en el tocador de Sade, es el mensaje. Así, cuando la inexperta se queja de que alguna práctica sexual es obscena le contestan: '¡Coge un periódico! ¡Lee cualquier noticia! ¡Esto es obsceno!'. ¿Entienden? Por cierto, que la compañía promete poner a prueba los límites morales del espectador y después de darle muchas vueltas, creo que es en la siguiente frase cuando lo consiguen: '¿Te han soltado alguna vez la deliciosa leche entre las tetas?'. Sí. El puntilloso de antes, ahora diría que en el porno no es habitual decir cosas tan poéticas sobre todo si no se ponen en práctica. Pero en el teatro y en las series de la tele es justo al contrario. Se habla mucho y no se hace nada. Por eso, tal vez, los de La Fura, conscientes de que los espectadores podríamos confundir XXX con un divertido episodio de Sexo en Nueva York, procuran recordarnos dónde estamos. Me alegra decirles que en el minuto 20 sale el tradicional contenedor. En el minuto 21 el bidé. Y un poco antes ya ha salido el no menos tradicional actor colgando del techo, como Gisela, la de Operación Triunfo, cuando canta el tema de Peter Pan. En cambio, llegados al final de la primera parte los grandes ausentes son el carro de supermercado con su feto dentro, y el bidón metálico donde el señor en taparrabos solía hacer percusión.

Por supuesto, no falta tampoco la escena de desparrame de espaguetis al dente encima de chica desnuda, a la que lamen en colectivo. Los puntillosos, de nuevo, objetarán que si te tienes que llevar a la boca el cuerpo de una chica lleno de espaguetis es muy raro tirarle también al mismo tiempo nata en spray y vino, como hacen en la obra. Dirán que sería más lógico echarle un poco de queso rallado. ¡Cómo se nota que estos puntillosos no han pisado El Bulli, donde el contraste de sabores es lo normal! Y cómo se nota también que no llevan años comiendo higadillos crudos en escena como los grandes actores de La Fura dels Baus. Además, en esta secuencia ni se come ni se copula. Se finge. Creo que no se copula de verdad en ninguna escena. El sexo real que se ve está en los vídeos de Private que se proyectan en la pantalla. Opinarán los puntillosos que para ver películas de sexo duro no hace falta ir al teatro. Pues sí, porque XXX es arte: 'Te voy a enseñar cómo se come un coño', dice una actriz. Y cuando todos los ignorantes esperamos que la lección nos la dará con el suyo propio, saca una vagina de esas de látex y se la coloca sobre sus decentes braguitas. Sus compañeros succionan la falsa vagina y ella nos alecciona sobre las partes que la componen, como lo haría la amiga calentorra de Ally McBeal. Más tarde nos enteramos de lo que es un gang bang. Explican que es la unión sexual de una mujer con unos ocho hombres. ¿A que no lo sabían? Igual pensaban que es la unión sexual de una mujer con los hombres que sea (según presupuesto). Pues ya ven. Además, lo importante del gang bang de La Fura es que es muy casto: las dos actrices están desnudas pero el actor vestido. ¿No les parece un detalle precioso con vistas a las impresionables espectadoras? De esta manera, el actor puede penetrar a una de las mujeres falsa y analmente. Las que quieran ver a un actor sin ropa y erecto, que se vayan al Bagdad. Una cosa es mostrarnos un gang bang y otra cosa muy distinta es que derive en un cum shoot que, ya que hablamos en inglés, es el orgasmo masculino (supongo que tampoco lo sabían). ¡Ah! Y como es costumbre, la falsa penetración anal, a la chica le duele mucho, mucho. Estoy segura, pues, que con lo de XXX se refieren a la talla de una camiseta.

Al salir, los espectadores, todavía conmocionados, nos vamos a cenar steak tartar. Pedimos steak tartar pero eso sí, pasado por la paella porque la carne cruda nos da asco. Al volver a casa diremos: 'He comido steak tartar. ¡Uau! Ally... es superfuerte'.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_