La crisis de Turquía retrasa su acercamiento a la UE

El nuevo panorama electoral en Turquía, víctima de una profunda crisis política, compromete aún más su adhesión a la Unión Europea, que decidirá en diciembre durante la cumbre de Copenhague el calendario de la ampliación al Este. 'Desafortunadamente', advirtió ayer el primer ministro turco, Bulen Ecevit, 'debido a las elecciones anticipadas, el trabajo acerca de la UE se va a retrasar por un tiempo'.

El bloqueo institucional, con la deserción de siete ministros de su Gobierno y la puesta en minoría de su partido en el Parlamento, obligó a convocar elecciones anticipadas. Puede ahora resultar 'imposible', en plena campaña, dedicarse a otras tareas legislativas, comentó el primer ministro.

Turquía ha fracasado en la tarea de emprender las reformas exigidas por la UE, como abolir la pena de muerte y autorizar la enseñanza del idioma kurdo. Pero ya no hay tiempo para largos debates parlamentarios. 'Todos los partidos prefieren dejar las cuestiones peliagudas para después de las elecciones, porque están presionados y no quieren perder votos', comentó un analista turco.

Por eso, Mesut Yilmaz, líder del Partido de la Madre Patria, propuso al Parlamento discutir un paquete de medidas proeuropeas antes de fijar la fecha de las elecciones, previstas para el 3 de noviembre. Yilmaz quiere, además, incluir en el debate otros temas como la libertad de expresión y de reunión. 'Uno de los dilemas es que mientras más ambicioso sea el paquete, más difícil será abrirle paso. Y parece bastante ambicioso', explicaba un diplomático occidental.

'La situación es caótica. Dentro de cada partido hay dos o tres puntos de vista diferentes', analizaba Sami Kohen, un periodista local. El fracaso de la integración en la UE, percibida por la población como un factor de estabilidad, podría tener un efecto negativo sobre la economía turca. Para evitarlo, según Kohen, 'hay tiempo de sobra' si los parlamentarios quieren ponerse a trabajar.