El tribunal que ordenó demoler la iglesia de Fuencarral retoma el caso

El futuro de la iglesia de Nuestra Señora de las Fuentes (Fuencarral) vuelve a estar en manos de los jueces que ordenaron su derribo. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha decidido rechazar la recusación que presentó el arzobispado de Madrid el pasado mayo contra los magistrados de la Sección Primera del tribunal que dictaron la orden de demolición en 1993. Ésta se tenía que haber cumplido el 17 de junio pasado.

Cinco días antes de esa fecha, el Tribunal Superior decidió suspender provisionalmente el derribo porque los dos vecinos que pedían desde hacía años la demolición retiraron su demanda.

Una vez rechazada la recusación presentada por el arzobispado contra los magistrados de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Sección Primera del Tribunal Superior, el caso vuelve a estar, según fuentes del Ayuntamiento de Madrid, en manos de estos magistrados. Son los mismos que decidieron el derribo de 100 metros cuadrados de la iglesia de la calle de Villa de Marín y que, además, pusieron fecha para su demolición: el 17 de junio pasado.

Dos vecinos del edificio colindante al templo, sito en el barrio del Pilar, denunciaron hace 12 años al arzobispado de Madrid porque la parroquia de Nuestra Señora de las Fuentes estaba demasiado cerca de sus casas: a sólo siete metros, y no a 12 como ordenan las leyes urbanísticas municipales. En 1993, los magistrados de dicha sección ordenaron el derribo de 100 metros cuadrados de la iglesia, la parte que linda con las casas de los vecinos. Sin embargo, los múltiples recursos presentados por el arzobispado y la oposición al derribo demostrada continuamente por el Ayuntamiento dilataron el asunto hasta el presente año.

El último intento del arzobispado para parar el inminente derribo fue la recusación: la institución religiosa recusó 'por trato enemistoso' a los jueces que dictaron la sentencia de 1993. El caso quedó entonces a cargo de una sala especial creada para decidir si estimaba o no la recusación.

541.000 euros

En junio, antes de que la sala especial decidiera sobre el asunto, y también días antes del previsto derribo, los vecinos litigantes, Abdón Rodríguez y María Teresa Moro, retiraron su demanda a cambio de que el arzobispado les pagara en total 541.000 euros. Además, ambos conservarían sus casas. La sala especial se hizo cargo también de la renuncia cursada por Rodríguez y Moro y decidió anular la orden de derribo del lunes 17 de junio.

El pasado día 8, los cinco jueces de la sala especial se reunieron y acordaron que no ha lugar a la recusación presentada por el obispado contra la sala sentenciadora. Cabía la posibilidad de que esta sala decidiera sobre el futuro del templo sin esperar a que se resolviera la recusación. Sin embargo, los magistrados de la sala especial han elegido la otra opción: rechazar la recusación, que el caso vuelva a los jueces de lo contencioso-administrativo de la Sección Primera del Tribunal Superior y que sean ellos los que decidan qué ocurrirá con la iglesia. Los magistrados de esa sección fueron los que decidieron el derribo del templo.

El futuro de Nuestra Señora de las Fuentes es incierto. Después de 12 años de litigio, los vecinos de la calle de Villa de Marín retiraron sus demandas, pero esto no significa necesariamente que la iglesia no se vaya a derribar. Los juristas consultados entonces no se pusieron de acuerdo. Hay algunos que opinan que la retirada de la demanda de los dos vecinos implica la paralización del proceso de forma ineludible. Otros, sin embargo, creen que el asunto es urbanístico y que, por tanto, trasciende a los litigantes. Es decir, que aunque los denunciantes se hayan retirado del proceso, no cabe anular la orden de que el templo sea parcialmente demolido.