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Olivas propone definir las competencias de los ayuntamientos y someterlos a fiscalización

El presidente anuncia dos leyes para desarrollar el pacto local y la Sindicatura de Comptes

José Luis Olivas solicitó ayer el apoyo de las Cortes Valencianas a su investidura como tercer presidente de la Generalitat con un mensaje sustentado en tres premisas: 'La continuidad del proyecto del PP que se inicio en 1995', 'la fidelidad al compromiso que el PP adquirió con el electorado en 1999' y 'el cumplimiento al 100% de los compromisos que constituyeron el programa de gobierno con el que Eduardo Zaplana obtuvo la confianza de las Cortes Valencianas en 1999'.

El aspirante aludió a 'una renovada ilusión', pero el tono de su intervención, que se prolongó durante una hora larga, disipó cualquier atisbo de frescura.

Olivas se embarcó en una relatoria de los éxitos acumulados por el PP durante los últimos siete años al frente de la Generalitat en la que destacaron dos omisiones. No mencionó en ningún momento la existencia de Terra Mítica, el parque temático levantado junto a la localidad de Benidorm que siempre fue calificado por Zaplana como un proyecto emblemático. Tampoco aludió a la posible fusión de las cajas de ahorro, una tarea en la que ha estado empeñado durante los últimos tres años sin mayor éxito.

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Los primeros compases del discurso estuvieron plagados de alusiones a la figura de su predecesor. El cuerpo de la alocución glosó la tarea desarrollada por el Consell durante los últimos años: 'La mejor garantía que les puedo ofrecer para que otorguen su confianza al programa de gobierno que les propongo'. Y las promesas de futuro se concentraron al final de la intervención.

Los anuncios más ambiciosos que Olivas sometió a las Cortes Valencianas en su discurso de investidura se enmarcan en las grandes líneas trazadas por el PP en su último congreso nacional, donde José María Aznar anunció el impulso de una segunda descentralización para trasladar competencias desde los gobiernos autonómicos a las entidades locales.

Olivas se comprometió a presentar a las Cortes 'en pocas semanas' un proyecto para 'reforzar e impulsar' la Sindicatura de Comptes para 'que ostente competencias plenas para la fiscalización del sector público valenciano y, en particular, de las entidades locales de la Comunidad Valenciana'.

También anunció que 'antes de que finalice la legislatura', someterá a las Cortes un segundo proyecto para 'concluir el mapa competencial e institucional de nuestra administración local', una iniciativa que da por concluido el desarrollo competencial de la Generalitat Valenciana.

Olivas pasó de puntillas sobre la reforma pendiente del Estatuto de Autonomía para sugerir que 'no puede ser motivo de enfrentamiento' y explicar que 'existe espacio suficiente de consenso para hacer compatible el contenido de la reforma con el realismo de su aprobación'. La misma fórmula que empleó Zaplana hace unas semanas para despejar el asunto ante los requerimientos del PSPV.

Joaquim Puig, portavoz socialista, no perdió la ocasión en su réplica para recordar a Olivas que el PSPV presentará en breve un ambicioso proyecto de reforma del Estatuto de Autonomía.

Olivas sugirió que los asuntos relativos a la identidad y la lengua de los valencianos están 'mejor encauzados que nunca'; ofreció 'la mejor de sus disposiciones' para alcanzar un acuerdo sobre la 'privatización de la gestión de Canal 9'; y apostó por mantener el 'diálogo con los agentes sociales' para renovar 'grandes acuerdos de concertación', como el AVEF o el Pavace, que permitan aprovechar la bonanza económica.

En la estela de la presidencia de Zaplana, Olivas aludió a la necesidad de mantener la proyección internacional alcanzada por la Comunidad Valenciana a través de la vicepresidencia del Comité de Regiones. Sin embargo, el nuevo presidente de la Generalitat no contará con esa plataforma puesto que los cargos institucionales en el seno del foro regional europeo son elegidos a título personal.

Las reiteradas llamadas al consenso por parte de Olivas parecieron más retóricas que otra cosa, dado el tono marcadamente preelectoral que acompañó todo el debate, y que se evidenciaron en las sucesivas réplicas a los portavoces de la oposición.

Francisco Camps, nuevo secretario general del PP y candidato nominado por el partido para las elecciones autonómicas de 2003, siguió el discurso desde la tribuna del público y se limitó a comentar que 'el PP es el partido del progreso y del futuro de la Comunidad Valenciana'.

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