Agua turbia
Pertenezco a gente de playa, valenciano, mi niñez y mi adolescencia las pasé sobre todo en la Malva-rosa, donde vivíamos cuatro meses al año. De mis recuerdos de aquella época tengo dos fijaciones. Una eran las montañas de espuma que se formaban en la orilla, debidas a los vertidos directos de una papelera ubicada también en primera línea. Ignorando su peligrosidad, a veces, los chavales de entonces jugábamos al escondite dentro de ellas. La otra fijación era una franja de unos 50 metros de anchura, fea, rojiza, que orillaba toda la playa. Nadando la cruzábamos hasta alcanzar 'la limpia', como definíamos el verdadero mar.
Este fin de semana he vuelto y me he asomado con nostalgia a la playa, encontrándome nuevamente con una gran franja de agua turbia, de color ceniciento. Después de 40 años, menos la papelera, todo sigue más o menos por el estilo. Mucho paseo marítimo, pero el mar igual de cochambroso. ¿Tendrá que ver esto con la inexistencia de una concejalía de Playas? Seguramente es un indicio, y sobre todo, una pena.
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