El Ayuntamiento cede la capilla del Convent dels Àngels al Macba
La biblioteca de Sant Pau se traslada al edificio pantalla del convento, frente al museo
Es como un dominó. La biblioteca pública de Sant Pau i Santa Creu se trasladará al edificio pantalla del Convent dels Ángels, lo que elimina la posibilidad de situar allí el centro de documentación conjunta del Macba y el CCCB. El museo ampliará su espacio con la anexión de la capilla del Convent para exposiciones y se prevé también adecuar la planta subterránea para situar la biblioteca y archivos. El CCCB, por su parte, ampliará sus instalaciones en el viejo teatro de la Casa de la Caritat, que hasta ahora tenía alquilado, y aún está estudiando dónde situará su centro de documentación.
La del Convent dels Ángels parece la historia de nunca acabar. Sería muy largo explicar todos los posibles usos que se le han querido dar a este edificio, pero el último fue anunciado a bombo y platillo en octubre de 1998 cuando el presidente de la Diputación, Manuel Royes, y el alcalde de Barcelona, Joan Clos, firmaron un protocolo de colaboración para acabar las obras del edificio con el objeto de situar allí una biblioteca de arte y arquitectura contemporánea que reuniría los fondos del Museo de Arte Contemporáneo, el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona y del FAD, entidad esta última que alquiló una parte del edificio y ha situado allí su sede.
Pese a las buenas intenciones, esta propuesta no llegó a buen puerto ya que desde el distrito de Ciutat Vella se insistió en que el edificio, de propiedad municipal, debía tener otro uso, concretamente acoger la biblioteca pública de Sant Pau i Santa Creu, que tiene que dejar su ubicación actual en el viejo edificio del Hospital de la Santa Creu para permitir el futuro crecimiento de la Biblioteca de Cataluña. La de Sant Pau es la biblioteca pública del barrio del Raval -cuenta con un apartado especializado en árabe y urdú- y con el traslado ganará unos 500 metros cuadrados, que le permitirán ofrecer un mejor servicio. Con todo, aún se está realizando el estudio para ver si el edificio, pensado para una biblioteca especializada, puede adecuarse a los usos de un centro público y evaluar los costes, por lo que el traslado no tiene fecha.
Lo que sí irá más rápido será la cesión de la capilla del Convent dels Ángels, con entrada independiente por la calle de los Ángels, al Macba. Este espacio, que también ambicionaba el FAD, se sumará a los espacios expositivos del museo, que programará en él exposiciones temporales, especialmente las de artistas más actuales, instalaciones y presentaciones parciales de su colección. El museo podrá así dedicar al menos una de sus plantas de forma permanente a mostrar su colección y contará con un espacio menos rígido y monumental que el edificio de Meyer para sus propuestas contemporáneas.
Falta de espacio
No será éste el único cambio en el museo. La falta de espacio del museo empieza ser preocupante y esto afecta también a los almacenes -la colección se ha doblado en los dos últimos años, por lo que están saturados- y la biblioteca. La gerencia del museo está buscando un nuevo depósito para las obras, además del ya existente, con el objeto de liberar espacios en la planta subterránea. Será aquí donde se reformará el auditorio -se estudia una solución arqutiectónica para permitir el acceso a este espacio desde el exterior- y también se situarán la biblioteca y los archivos, lo que permitirá disponer de más puntos de lectura. Además, la biblioteca del Macba y la del centro de Arte Santa Mónica han llegado a un acuerdo para unir sus fondos, con lo que el grueso de documentación permitirá que, por fin, la ciudad disponga de una biblioteca de arte contemporáneo en condiciones. El traslado de la biblioteca liberará una planta de oficinas del Macba, que podría ser ocupada por talleres y seminarios. No hay plazos para esta reforma, aunque se prevé que pueda iniciarse el próximo año.
A falta de la biblioteca de los Ángels, el CCCB también se ve obligado a ganar espacio con otras soluciones. Este mes de julio recupera el viejo teatro de la Casa de la Caritat que tenía alquilado a la Universidad Ramon Llull. Durante el otoño este espacio estará ocupado por Casa Decor, que lo reformará parcialmente. En enero pasará de nuevo a estar gestionado directamente por el CCCB, que situará allí todo tipo de actividades, desde seminarios a actuaciones pasando por exposiciones. Aún no está decidido cómo se reubicarán los otros espacios del conjunto, especialmente el centro de documentación y la biblioteca.
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