Buenos pero infelices
Quizá sea ésta la mejor novela de Douglas Coupland en los últimos años, la más despojada de la intención moralizante en la que suele disolverse su literatura. Desde Generación X, que debió su éxito a la perspicacia con la que en ella se identificaban los rasgos comunes de una generación de la que nadie había hablado antes, las ficciones de Coupland se constituyen en recetas de vida tras las que late de forma explícita un diagnóstico sociológico que coincide con un sentir más o menos general, o de moda, entre ciertas capas de la clase media urbana norteamericana. Este proceder hallaba su más alto grado de ramplonería en su novela anterior, La segunda oportunidad, en la que sobre la idea apriorística de que uno de los males de la sociedad actual es la falta de espiritualidad construía una fantasía new age cuya única finalidad era ilustrar literariamente dicha tesis. También Todas las familias son psicóticas parte de un diagnóstico sobre la realidad contemporánea: la descomposición o corrupción de la familia ligada a la creencia de que, al desaparecer el muro de protección que ésta representaba, los individuos están más perdidos y su infelicidad es por tanto mayor. Sin embargo, como la única receta (volver a la familia tradicional) resulta quimérica y tampoco sería un verdadero antídoto contra la infelicidad sino un mero remiendo que en todo caso la haría más soportable, Coupland se demora más tiempo en el diagnóstico que en la solución, y así logra eludir que el mensaje moralizador lastre la novela. A ello contribuye el hecho de que se trate de una comedia negra. Es cierto que si los Drummond (una madre adicta al sexo cibernético, un padre arruinado y casado con una rubia anuncio, una hija astronauta talidomídica, un hijo delincuente que descubre que es seropositivo después de que su padre le dispare por haberse acostado con su mujer y otro hijo siempre a punto de suicidarse) logran un equilibrio dentro del caos es porque a la postre se comportan como una buena familia norteamericana. Pero lo contrario sería pedir demasiado y por lo menos la moralina aparece sólo en el desenlace, después de páginas de agradable delirio.
TODAS LAS FAMILIAS SON PSICÓTICAS
Douglas Coupland Traducción de Bianca Southwood Destino. Barcelona, 2002 320 páginas. 17,75 euros
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Ebrard: el regreso del eterno soldado
Incidente en el aeropuerto de Ciudad de México después de que un piloto retuviera un vuelo que iba a Cancún
Festival Luces de Invierno: qué actividades se esperan y horario de los conciertos en el Zócalo de Ciudad de México
Las nuevas imágenes de Epstein publicadas por el Departamento de Justicia de Estados Unidos
Lo más visto
- El Supremo condena a ‘Okdiario’ y a Eduardo Inda por intromisión en el honor de Iglesias al acusarle de cobrar de Venezuela
- Los pagos del Gobierno de Ayuso a Quirón engordan con facturas de hace una década y sin pagar desde tiempos de Cifuentes
- Más de 40 congresistas demócratas piden por carta a Trump que cese en sus “intentos de socavar la democracia en Brasil”
- La princesa Leonor realiza su primer vuelo en solitario como parte de su formación en el Ejército del Aire
- Última hora de la actualidad política, en directo | Gallardo: “Guardiola no quiso ir al debate ayer porque no podía hablar bien de lo que ha hecho a lo largo de estos dos años y medio”




























































