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Tribuna
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Nuevos modelos de paro en época preelectoral

El autor defiende una mejor gestión de la prestación por desempleo en Alemania, sin recortar derechos a los trabajadores, que son quienes la financian, junto con las empresas

Lo que se ha conocido hasta ahora de las propuestas elaboradas por la Comisión Hartz por encargo del Gobierno alemán en la primavera de 2002 no es todavía nada oficial. Muchas de las propuestas tampoco han alcanzado un grado de maduración suficiente. Se espera que las propuestas oficiales sean dadas a conocer el próximo 16 de agosto. La Comisión, presidida por el responsable de personal de VW, Hartz, está compuesta por representantes de los empresarios, los sindicatos, los partidos políticos y por científicos.

Para una mejor comprensión, es conveniente conocer el sistema alemán de seguro de desempleo:

- Es financiado a partes iguales por el empresario y el empleado, actualmente con una contribución por cada parte del 3,25% de la retribución bruta.

Los sindicatos no van a consentir una reducción de las prestaciones a costa de los parados

- Normalmente el parado percibe, tras tres años de actividad laboral legal, 12 meses de seguro de desempleo, aunque la prestación puede aumentar en función de la edad hasta 32 meses máximo.

- El importe del seguro de desempleo alcanza, según la categoría fiscal y el estado civil, alrededor del 60% de los ingresos netos medios de las 52 semanas precedentes y aproximadamente el 67% en caso de tener a su cargo al menos un hijo. El promedio actual asciende a unos 920 euros mensuales.

- Una vez que expira el periodo de percepción del seguro de desempleo, el desempleado recibe en caso de necesidad el subsidio de paro, que asciende a un 53%-57% de los ingresos netos medios regulares según el estado civil. Su duración es de 12 meses, renovables si existe situación de necesidad.

- En caso de desempleo causado por el propio trabajador puede imponerse un bloqueo de las prestaciones durante periodos de 6-12 semanas. En caso de reincidencia se puede suprimir la prestación. El desempleado puede acogerse a la ayuda social del municipio (actualmente, 294 euros mensuales, más los gastos de alquiler, para persona sin familia).

- El seguro de desempleo comprende además otras prestaciones, como: ayudas para cursos de reorientación o perfeccionamiento profesional, subsidio para desempleo parcial o jornada reducida en caso de reducción temporal en más del 10% de la jornada por causas económicas, ayudas para integración profesional en casos especialmente difíciles (minusvalidez, desempleo de larga duración, etc.), así como subsidio para casos de insolvencia.

- El sistema en su conjunto está organizado estatalmente mediante una ley (el Código Social 3), según el principio de la autogestión. Es decir, que en los distintos niveles de las oficinas de empleo, locales, regionales y la Oficina Federal de Empleo de Núremberg, existen consejos asesores en los que participan las asociaciones empresariales y los sindicatos. También puede solicitarse la intervención de agencias de empleo privadas, siempre con el consentimiento de la oficina de empleo. Ello no supone costes al desempleado.

Las propuestas de la Comisión Hartz comprenden 13 módulos, entre los cuales puede citarse:

- Tramitación de empleo más rápida y considerando la situación familiar, en especial para padres de familia y familias monoparentales, y mayor diligencia (modificación de los plazos de alta).

- Nueva definición de la aceptabilidad de puestos y voluntariedad; por ejemplo, un soltero tiene que aceptar empleo en cualquier punto del territorio nacional.

- Centro de empleo como forma de organización integrada, coordinación de todos los participantes.

- Medidas de fomento para los desempleados jóvenes / documento de tiempo de formación.

- Agencia de servicio de personal como unidad / formación profesional más vinculada a las empresas / integración de los casos difíciles.

- Nuevo empleo y reducción del empleo sumergido fomentando la autonomía (empresarios autónomos) con cobertura de seguro y una imposición del 10% según el principio 1:1, etc.

- 'Sistema de transición' para trabajadores mayores: limitación de la prestación a 12 meses / indemnización para finalizar los derechos.

Con estos módulos se pretende lograr como gran objetivo reducir el número de parados de los 3,93 millones actuales a 1,99 millones en el año 2005. Las medidas propuestas se autofinanciarán gracias a la propia disminución del paro.

Sin embargo, muchas de estas medidas han provocado ya la oposición de los sindicatos:

1. Los sindicatos no están dispuestos a permitir una reducción de las prestaciones, ya que tienen carácter contributivo. Por lo tanto, rechazan su sustitución por una prestación de pago único, así como la integración del subsidio y la ayuda al desempleo en una única prestación de menor nivel.

2. También rechazan el endurecimiento de los criterios de aceptabilidad, en especial la oferta de empleos retribuidos por debajo de convenio, como ocurre frecuentemente en las empresas de trabajo temporal. En esos casos, deben aplicarse a los trabajadores contratados las mismas condiciones de la empresa usuaria desde el primer día (como ocurre en Francia y otros países).

3. De nada sirve tomar medidas de carácter puramente cosmético para mejorar la estadística del paro enviando a los parados a empresas de empleo temporal o sacando de las estadísticas a los mayores de 55 años.

4. Se rechaza también el que obligatoriamente, tras tres meses de paro, el parado ha de ser transferido a una empresa de empleo, aunque esté controlada por la oficina de empleo.

5. Es inaceptable que se considere la privatización de la tramitación de empleo a costa de los empleados en las oficinas de empleo.

El sindicato del metal (IG Metall) considera favorablemente los siguientes objetivos y propuestas:

1. Un servicio de búsqueda de empleo más rápido para los parados, premiando que los parados se apunten inmediatamente después del anuncio de despido en la oficina de empleo sin esperar a que termine el plazo de despido. Pero esto debería vincularse a plazos de aviso y preaviso para las empresas sobre planes de despido y de contratación, que ahora sólo existe para los despidos masivos.

2. Facilitar acciones de formación, deseadas por ciertas empresas, tras un periodo de prueba (ejemplos: cursos de informática, soldadura, conocimientos de alemán).

3. Combatir y reducir el trabajo sumergido mediante un mejor control y otras acciones. Pero la propuesta de pago único a los parados que se conviertan en autónomos provocaría competencia desleal salarial.

4. Mejorar la proporción entre procuradores de la oficina de empleo y desempleados hasta un máximo de 1 a 200.

5. Evitar el paro de los trabajadores mayores mediante un sistema mejorado de formación profesional en la empresa.

6. Promocionar la colocación de parados mediante una reducción voluntaria y subvencionada del tiempo de trabajo y la reducción de horas extraordinarias en las empresas.

También hay que decir sobre las propuestas de la Comisión Hartz que, en la medida que requieren cambios en la legislación, ya no podrán ser aplicadas antes de las próximas elecciones generales del 22 de septiembre. Por esto los medios de comunicación las desvalorizan como mera propaganda electoral respecto a asuntos que habría que haber abordado mucho antes.

Por lo demás, su aplicación depende naturalmente también del resultado de las elecciones, si bien los partidos de oposición ya han mostrado en distinto grado su acuerdo con algunas propuestas.

Por lo tanto, los sindicatos se plantean la tarea de influir en la medida de lo posible en las propuestas de la Comisión Hartz antes del 16 de agosto, y posteriormente, impedir las propuestas que no sirven para combatir el paro, sino únicamente para equilibrar el presupuesto. Una reducción de prestaciones a costa de los parados y de los trabajadores con empleo no va a ser consentida por nosotros.

Rainer Rehwald es abogado del departamento de política social de IG Metall.

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