'El martes nos fuimos a la cama convencidos de que había un acuerdo'
Mohamed Achaari, ministro portavoz del Gobierno de Marruecos, durmió bien en la noche del martes al miércoles porque, como otros responsables marroquíes, estaba convencido de que los contactos diplomáticos habían sentado las bases para resolver los litigios con España. Ayer se despertó de madrugada con la noticia 'indignante' de la intervención española en el islote Perejil que los marroquíes llaman Leila.
Pregunta. ¿Cómo reacciona ante la intervención española?
Respuesta. Con indignación. Es inadmisible que un país vecino cometa una agresión colonial contra el territorio marroquí. Para nosotros reviste la misma gravedad que un ataque contra Tánger o Tetuán.
P. ¿Sorprendió al Gobierno marroquí la actuación española?
R. Sí, pero no ha sido una sorpresa mayúscula. Empezamos a conocernos. Antes ya nos desconcertó que España convirtiera este pequeño litigio en un conflicto de envergadura. Nos dejó después atónitos la exhibición de músculo que hizo a nte nuestras costas, violando nuestras aguas territoriales.
P. ¿Era posible resolver el contencioso negociando?
R. Por supuesto que sí. El martes por la noche nos fuimos a la cama convencidos de que una solución estaba en ciernes. Los intensos contactos diplomáticos mantenidos a lo largo del día dieron sus frutos. Se alcanzó un acuerdo, con la ayuda de potencias amigas, para entablar enseguida un diálogo sobre todos los asuntos en litigio.
P. ¿Abarcaba ese acuerdo en ciernes al islote Perejil?
R. Era mucho más amplio pero también incluía una vuelta a una situación de normalidad en el islote. Los españoles lo aceptaban. Hay declaraciones públicas de responsables españoles que así lo dan a entender. Hay países amigos que pueden certificar que España había dado su visto bueno.
P. Entonces, ¿por qué cambia de parecer el Gobierno español?
R. Es lo que nos queremos saber. Su Gobierno deberá explicarlo. Nos fuimos a la cama optimistas y nos levantamos enfurecidos.
P. ¿Qué hacía esa media docena de hombres en el islote?
R. Cuando las autoridades marroquíes lo creían útil destacaban allí a fuerzas del orden para combatir a los traficantes que se aprovechaban de él. La semana pasada hubo urgencia y se envió a un equipo con el propósito de vigilarles mejor. Podía quedarse o irse en función de las necesidades de la seguridad en la zona.
P. ¿Será sólo diplomática la respuesta de Rabat?
R. Es pronto para decirlo. Se está evaluando la situación para reaccionar. Insisto, sin embargo, en que tenemos un gran apego al principio de la negociación para resolver los contenciosos.
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