Vitoria implantará un plan para frenar el gasto de agua en los próximos años

A pesar de que la red de abastecimiento de agua en Vitoria ofrece datos óptimos -un consumo diario por habitante de 313 litros, y un montante anual global de 21,5 millones de metros cúbicos- los responsables municipales consideran que es el momento de incidir en el ahorro de los consumidores. Si en las dos próximas décadas la demanda crece hasta los 30 millones de metros cúbicos, tal y como apuntan algunas previsiones, se podría producir una reducción en la garantía de abastecimiento y las dotaciones superarían los límites establecidos por el Plan Hidrológico de la cuenca del Ebro.

Para evitar esta situación el Ayuntamiento ha diseñado un plan que pretende aumentar los niveles de ahorro. Medidas como la progresiva sustitución de agua potable y el control de los consumidores, integran el proyecto en el que está previsto desembolsar 1,6 millones de euros en cinco años.

No se trata de restringir el suministro sino de utilizar el agua 'con sentido común', señalaba ayer el concejal de Medio Ambiente, José Antonio Pizarro. Para materializar esta filosofía se han diseñado una docena de programas que asumen un decálogo en el que destacan premisas como el mantenimiento del volumen de entrada anual de agua por debajo de los 25 hectómetros cúbicos; contención de los consumos doméstico, industrial e institucional, y sustitución paulatinamente el agua potable por agua regenerada.

Actualmente la red de distribución tiene un rendimiento del 85%, cifra que denota un bajo nivel de pérdidas, un listón que se pretende mantener. Como dato significativo, desde 1983 se ha logrado reducir la dotación bruta por habitante y año en un 32% en la capital alavesa. El 51% del consumo general corresponde en la actualidad a los hogares, el 25% a los sectores industrial y comercial, y el 24% restante al terreno institucional.

Control del consumo

Los doce programas anunciados cubren prismas muy diversos pero cuentan con un denominador común: el control del consumo. Para ello se instalarán 600 contadores en zonas verdes de la ciudad, y se realizarán 'cambios moderados' en las tarifas dirigidas a los grandes consumidores, que serán objeto de auditorías en los diferentes niveles de consumo. En el sector residencial en concreto, se prevé la instalación de 'dispositivos de eficiencia hidráulica' en 10.000 hogares. Aunque se trata de una iniciativa sin fecha de implantación concreta, que forma parte de una declaración de intenciones, su objetivo sería el de reutilizar aguas no fecales de consumo cotidiano.

La regeneración de aguas estaría dirigida para destinos como el riego de vegetación, la limpieza y baldeo de calles, y determinadas actividades industriales. El programa ha sido elaborado por una empresa privada en colaboración con la sociedad de aguas municipales de Vitoria y el Centro de Estudios ambientales.