Un tribunal para Sancho
No pocos hombres de teatro han intentado comprimir el núcleo de El Quijote en el reducido tiempo de una representación. Entre quienes probaron suerte en la última década figura Mauricio Scaparro, que encargó una versión de la novela a Rafael Azcona para que la protagonizaran Josep Maria Flotats y Juan Echanove; y Alfonso Sastre, quien reelaboró algunas de sus peripecias a través de un Sancho Panza alucinado que reclamaba como propias las fantasías del hidalgo. El primero de estos montajes estuvo lejos de alcanzar la diana en la que Flotats y Scaparro habían dado de lleno con su Cyrano. El segundo tenía por lastre la interpretación, hiperactiva y sin riendas, de Pedro Ruiz. Recientemente se ha hecho una versión de calle de El Quijote y otra en clave de commedia dell'arte. Ahora, Fernando Fernán-Gómez (Lima, 1921), que 12 años ha adaptó con gran fortuna Lazarillo de Tormes para Rafael Álvarez, El Brujo, ha escrito Defensa de Sancho Panza, monólogo en el que pone en boca del escudero algunos de los episodios más célebres de la novela. Y lo ha hecho ex profeso para Juan Manuel Cifuentes -actor que interpretó el personaje en El hombre de La Mancha, junto a José Sacristán y Paloma San Basilio- y que se estrenará para el público el 19 de julio en Almagro.
Fernán-Gómez y Cifuentes
se conocieron tras una representación de este musical, que aquél había ido a ver al teatro Lope de Vega, de Madrid. 'Fue la primera vez que le vi actuar, y me pareció un actor completo; completo y excelente', explica el autor. 'Domina por igual la cuerda dramática que la cómica y además canta muy bien. Un actor completo, ya digo. Creo que así se lo dije en aquella ocasión'.
Cifuentes hizo tesoro de estos elogios, y empezó a acariciar una idea: volver a encarnar el papel del escudero. Necesitaba, lo primero, un empresario, y pronto lo encontró en la persona de Enrique Salaverría, productor ejecutivo de El hombre de La Mancha: 'Ambos pensábamos que quien mejor podía escribir una obra sobre Sancho Panza era Fernando Fernán-Gómez, pero al principio ni nos planteamos pedírselo, por respeto o por miedo a que no aceptara', dice el actor. 'Luego nos decidimos, y fue un acierto. Cuando leímos su texto nos pareció obra del mismísimo manco de Lepanto'.
Defensa de Sancho Panza es, en palabras de su autor, 'un neoplagio en dos partes, compuesto a la mayor gloria de Miguel de Cervantes'. O, dicho de otra manera, 'un monólogo compuesto para el personaje de Sancho, en el que éste se defiende ante un tribunal de unas acusaciones que no llegan a concretarse en el transcurso de la representación'.
La comedia exige que su intérprete se desdoble continuamente, pues ora habla como escudero, ora como Don Quijote. Entre los episodios que Fernán-Gómez ha incorporado, figuran el discurso sobre la Edad de Oro, la liberación de los galeotes, las mortificaciones a que se somete el caballero de la triste figura, en cueros vivos, por el amor de su dama; el gobierno de la ínsulag Barataria...: 'El discurso de la Edad de Oro lo elgegí para iniciar el monólogo, porque me ha parecido siempre uno de los trozos más brillantes del libro. Son muchos los eruditos que piensan que este famoso discurso es una parodia. Yo, aunque me he esforzado, no consigo entenderlo así. A mí me parece una bellísima defensa de aquellos imaginarios tiempos en que 'no había ni tuyo ni mío'. Los demás episodios están escogidos casi todos con la intención de facilitar el trabajo del actor y la diversión del público'.
A Fernán-Gómez, esta adaptación le ha llevado mucho más trabajo que la de Lazarillo de Tormes: 'Ha sido más dificultosa precisamente por la extensión y la riqueza del original. No me resultó sencillo reducir las dos partes del Quijote a un espectáculo de dos horas. Fue una labor triste a veces. Una edición normal de la novela, la de la editorial Aguilar, por ejemplo, tiene unas 1.600 páginas. Yo he tenido que prescindir de 1.510'.
Cifuentes (Albacete, 1968) es un actor con una carrera singular. Estudió commedia dell'arte en Milán, trabajó con el Piccolo Teatro en 1990, en la gira europea de Arlecchino, servitore di due padroni, el montaje mítico de Strehler, interpretando el papel protagonista, que en España hemos visto bordar al fantástico Ferruccio Soleri. En Noruega hizo un Peer Gynt dirigido por Stephen Hutton, entonces director adjunto de la Royal Shakespeare, y en España encarnó el Mengo de Fuenteovejuna, en la puesta en escena de Marsillach. Después dio la medida de su vis cómica en el papel de pacientísimo director de dramáticos, víctima de las calamitosas intervenciones del técnico de efectos especiales, en el musical Estamos en el aire.
Defensa de Sancho Panza
ha sido dirigida por Fernando Bernués (que cosechó éxitos tan merecidos como El florido pensil) y Carlos Zabala (guionista y realizador de Maité). La escenografía es de Tomás Muñoz; el vestuario, de Gabriela Salaverry, y la música, de Pascal Gaigne. La primera función se celebró ayer, en la Feria de Teatro de San Sebastián, cita anual para los programadores teatrales. El estreno para el público es el viernes 19, en el Corral de Comedias de Almagro, donde permanecerá en cartel sábado y domingo. En agosto se representa en los festivales de Alcántara (el 11) y Peñíscola (el 24), y en Santander, del día 16 al 18.
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