La fiscalía mantiene sus penas para los acusados en el caso del vídeo sexual
La acusación afirma que se filmó a Ramírez sin él saberlo, pero duda de que estuviese drogado
El fiscal Carlos Bautista mantuvo ayer su petición de penas para seis de los siete acusados en el caso del vídeo sexual del director de El Mundo, Pedro J. Ramírez. El fiscal demanda, por un delito contra la intimidad de Ramírez, cuatro años de cárcel para Exuperancia Rapú (la mujer que aparece junto a él en el vídeo) y para José María González Sánchez-Cantalejo (supuesto autor de la grabación). Asimismo, pide dos años y ocho meses para Javier Gómez Bleda (por publicar fotogramas del vídeo sexual en el desaparecido diario Ya); dos años para Emilio Rodríguez Menéndez (editor del citado periódico), otro dos para José Ramón Goñi Tirapu (ex gobernador civil de Guipúzcoa) y uno para Ángel Patón (supuesto intermediario en la venta de la filmación por 50 millones de pesetas).
Al único que no acusa el fiscal es a Rafael Vera, ex secretario de Estado para la Seguridad, pues entiende que los dos testimonios que le inculpan son de 'referencia' e 'indirectos', lo que constituye una prueba 'endeble' contra él. 'Espero que esta vez se abran las aguas del mar rojo para usted, señor Vera', refirió el fiscal tras pedir su absolución.
El juicio que se celebra en Madrid por el caso de este vídeo concluirá previsiblemente mañana con los alegatos definitivos de las defensas y del letrado de Ramírez, Luis Jordana. Éste sí modificó ayer al alza su petición de penas y elevó a siete años su demanda de cárcel para Rapú, Sánchez-Cantalejo, Goñi Tirapu, Patón, Rodríguez Menéndez y Vera. Para Bleda reclamó dos años.
El fiscal ampara su demanda de penas en el diario intervenido a Rapú (sostiene que no fue 'manipulado') y en la declaración que ésta prestó ante la juez instructora, en la que implicó al resto de acusados. Opina que si el diario hubiese sido manipulado, como argumenta Rapú, éste no contendría los pasajes que las defensas interpretan como presiones hacia ella. El fiscal refutó el criterio de que no delinque quien difunde 'una intimidad compartida'; y, además, expresó sus dudas de que Ramírez hubiese sido drogado con anterioridad al acto sexual que figura en la cinta. Eso sí, aclaró que la filmación se hizo sin el consentimiento de Ramírez.
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