El apoyo humanitario discreto

La logística de un encierro no es fácil, máxime si se trata de atender las necesidades de cerca de medio millar de personas. Una discreta red, integrada por una veintena de instituciones públicas y organizaciones sociales -ajenas a los colectivos que han promovido el encierro-, se está encargando desde hace un mes de que la vida cotidiana de los inmigrantes resulte lo más digna posible. Un voluntario de Cáritas se ha encargado de la distribución humanitaria, a la que también han contribuido empresas. La mayor necesidad es la alimentación, pero también los medicamentos y la atención sanitaria. Desde el ámbito público están prestando su apoyo los ayuntamientos de Alcalá de Guadaíra, Dos Hermanas, Utrera y Carmona, así como la Diputación de Sevilla. Desde Alcalá, por ejemplo, se envían cada día 500 piezas de pan, mientras que Utrera y Dos Hermanas están costeando el alquiler diario de las sillas y mesas instaladas en el pabellón semicubierto donde comen. Mujeres Progresistas reparte fruta, verdura y productos lácteos adquiridos con fondos propios de la organización. En el caso de Codenaf han recogido té, azúcar, hierbabuena, cuscús y alimentos entre tiendas de inmigrantes. También las voluntarias de Amal recurrieron a la solidaridad del colectivo para facilitar leche, legumbres, galletas, café y medicinas. Médicos del Mundo facilita asistencia sanitaria varios días a la semana a los inmigrantes dentro del propio campus, mientras que Cruz Roja repartió kits higiénicos de limpieza personal. Cáritas ha contribuido, además de con alimentos, con colchones, mantas y ropa. La lista de organizaciones de la red humanitaria se completa con Pro-Derechos Humanos de Andalucía, la Asociación Senegalesa de Inmigrantes por la Igualdad, Sevilla Acoge, Uso, la Asociación Voz del Inmigrante, el Centro Español de Ayuda al Refugiado y el Centro Internacional Médico para Migrantes Extranjeros.