Cómo pagar las vacaciones a plazos

Perderse en un país exótico este verano es un sueño al alcance de cualquiera. Bancos y cajas disponen de modalidades de financiación destinadas a esta finalidad, aunque en algunos casos suponen una mera adaptación de los tradicionales préstamos personales. Los responsables de las cajas aseguran que la mitad del crédito que autorizan en verano responde a viajes de descanso.

Las familias españolas solicitan una media de 3.000 euros para financiar sus vacaciones de verano

La única manera de desconectar es desaparecer del mapa. Cualquiera puede marcharse a un lugar perdido en el fin del mundo y cargar las baterías en sus vacaciones de verano. Los bancos y las cajas ponen el destino soñado a los pies del cliente. Lo único que hay que hacer es aportar una serie de papeles, y luego pagar unas comisiones y un tipo de interés. Un coste para un dinero que a veces no tiene precio.

'Este tipo de préstamos son frecuentes especialmente en la época veraniega, ya que es cuando se concentran los viajes turísticos de mayor valor económico. De hecho, del total de préstamos al consumo concedidos en los meses de verano, el 50% se destina a esta finalidad', asegura Marta Góngora, directora del área de particulares de banca comercial de Caja Madrid.

Este tipo de préstamos se encuentra muy cercano al crédito al consumo. 'El estudio de estas operaciones no difiere de otros créditos, ya que lo que continúa siendo importante es la capacidad de devolución del cliente en relación al capital que solicita', asegura Inmaculada Puig Pla, directora de financiación a particulares de La Caixa.

'Este tipo de operaciones no resulta muy habitual en nuestro banco y además tampoco sabemos con certeza cuántas pueden suscribirse, porque sólo exigimos factura para financiación de compras a partir de un millón de pesetas', indican fuentes autorizadas del Santander Central Hispano (SCH).

El Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) confirma el perfil bajo de la banca en este segmento del crédito. 'La financiación de las vacaciones es un gasto familiar más. No supone un capítulo importante dentro del crédito a las familias y, desde luego, es de lo primero que se prescinde. La financiación directa al viajero no es muy frecuente; es más normal la facilidad al mayorista o al viaje concreto', indican fuentes autorizadas del BBVA.

Importe medio

El importe medio de este tipo de operaciones se encuentra en los 2.500 euros, según Marta Góngora, y en los 4.000 euros para Inmaculada Puig Pla, quien también reconoce que la época de verano es la preferida para solicitar este tipo de préstamos, que suponen la mitad de las operaciones suscritas por La Caixa. Opiniones dispares, porque, para el BBVA, el importe medio de estos préstamos fluctuaría entre los 3.000 y los 5.000 euros, y, según los medios del SCH, entre 1.800 y 2.400 euros.

¿Quién utiliza esta fórmula de financiación para sus vacaciones? 'El perfil del cliente es el de un profesional medio para un viaje al extranjero a un lugar exótico', indican fuentes del BBVA. 'Se trata de clientes de núcleos urbanos importantes, con edades comprendidas entre los 30 y los 45 años', asegura Marta Góngora, de Caja Madrid.

También aquí parece cambiar la percepción entre bancos y cajas. 'Los clientes que piden estos préstamos tienen un perfil medio bajo. Y la verdad es que las agencias de viajes, con tal de vender, son capaces de dar préstamos a todo el mundo', comentan fuentes bancarias.

Las financieras de los vendedores de viajes constituyen una competencia feroz para la banca en este segmento del crédito. El público puede encontrar cobertura a sus deseos sin abonar intereses, siempre que el viaje se pague en seis o incluso nueve meses.

'La competencia se plantea fundamentalmente por la inmediatez, ya que la oferta de las financieras se encuentra justo en el punto de venta, con lo que ello representa de apoyo a la venta y función de prescripción por parte de la propia agencia de viajes', indica Marta Góngora.

Los recursos de la banca son inagotables para afrontar este inconveniente. 'Al tratarse de importes no demasiado elevados, mucha gente prefiere utilizar la tarjeta de crédito, aplazando parcial o totalmente el pago de la deuda', asegura Inmaculada Puig.

Y eso no es todo. Algunas entidades ofrecen una batería de opciones para que el cliente elija la que más le convenga. Además de los tradicionales préstamos personales, La Caixa pone a disposición del público fórmulas como el CrediEstrella, un producto para familias que permite reutilizar el capital que se va retornando. E incluso la Hipoteca Abierta, que también admite nuevas disposiciones, asegura Inmaculada Puig.

Plazos de amortización

Algunas instituciones financieras ofrecen hasta 30.000 euros de máximo en los préstamos destinados a vacaciones. Los plazos de amortización pueden ir desde el más corto de tres meses hasta los ocho años. Los tipos de interés nominales oscilan entre el 7% y el 9%. Existen al menos tres comisiones, la de apertura y la de cancelación anticipada, así como los gastos de estudio de la operación. También hay un gasto de fedatario público.

Una fórmula muy utilizada por el público es la tarjeta de pago aplazado, también denominada revolving. Este instrumento permite pagar el viaje, el hotel y casi todos los gastos de las vacaciones, al tiempo que el titular puede elegir después la modalidad de aplazamiento de sus pagos.

Aunque los préstamos para vacaciones pueden llegar a suponer la mitad de los créditos que se solicitan en verano, la realidad es que en el conjunto del año sólo representan el 5% del crédito al consumo, indican fuentes bancarias.

Las perspectivas turísticas para este periodo veraniego, el primero tras los atentados terroristas musulmanes del 11 de septiempre del año pasado, no son las mejores de los últimos tiempos. Pero, para las entidades financieras, al final, el negocio y la esperanza es lo último que se pierde.