Más al gerente del Canal

El señor Canalda, gerente del Canal de Isabel II, en ningún momento ha querido recibirnos y tratar de manera personal el problema de los gatos que viven en los jardines de las instalaciones, llegando a una solución que evite el exterminio de esos pobres animales; ha utilizado la vía de los medios de comunicación, por lo que me veo obligada a contestar a su carta del 9 de junio.

Quiero tranquilizar a los ciudadanos sobre la alarma social que ha creado el señor gerente sobre la contaminación de las aguas. Está muy claro que esta alarma ha sido su excusa y estrategia para retirar todos los gatos, intentando tener a la opinión pública de su parte; no tiene ningún documento que acredite que las aguas están contaminadas, ni que los gatos sean un peligro para nuestra salud, como ha dicho en algún medio de comunicación, sólo tiene un informe sobre enfermedades de gatos, sin ninguna relación sobre el problema del Canal. Sin embargo, hay un informe del Colegio Veterinario de Madrid que opina que la solución es el control de estas colonias; es más, de no ser así, si se retiran los gatos, como pretende el gerente, se desequilibraría el ecosistema existente en la zona.

No es serio que un cargo público pueda decir barbaridades como que los gatos transmiten tuberculosis y rabia. Inadmisible. Los gatos no tienen tuberculosis y en España no hay rabia; lo único que está consiguiendo el gerente es que esta alarma social vaya más allá de los gatos del Canal; está provocando que estén en peligro todos los gatos callejeros. Después de leer tales barbaridades sobre las enfermedades de los gatos, ¿quién va a consentir y querer gatos en sus jardines? Según el gerente, la colonia se va a dispersar, pero seamos serios, no queramos adornar las palabras; esos gatos serán llevados a la perrera municipal, donde sólo les espera la muerte.

¿Intenta hacernos creer el gerente que el señor Mayor Oreja, cuando era presidente del Canal, fue un incompetente, que no le importaba la salud de todos los consumidores de agua del Canal, al aprobar un proyecto para controlar sanitariamente estas colonias? Amnistía Animal estuvo trabajando durante meses, capturando a los gatos, realizándoles un minucioso reconocimiento veterinario y esterilizando a los gatos sanos y devolviéndolos a su entorno; de esa manera se mantendría una colonia reducida y controlada sanitariamente. Todos los gatos controlados tienen su ficha sanitaria, con foto individual, y todos tienen nombre; todo ese trabajo ahora se ha perdido.

Intentando dar la mejor solución a todo esto, tuvimos una reunión con expertos en sanidad animal de la Facultad de Veterinaria; ellos se ofrecen a realizar un peritaje sobre este problema, recogiendo muestras de agua y muestras diversas de los gatos (heces, sangre), con un resultado serio y científicamente creíble.

Le hemos hecho llegar tanto al gerente como al director general de Agricultura esta propuesta, pero hasta el día de hoy no hemos recibido noticia alguna. Por ese motivo, nos vemos obligados a hacer pública esta oferta; si es rechazada, nos quedará claro a todos los ciudadanos que esto es una cabezonería del señor gerente por acabar con los gatos, y no una preocupación por los consumidores.