El PSOE y CC aseguran que el alcalde de Las Palmas trata a los inmigrantes como 'fardos'

Las declaraciones de José Manuel Soria, presidente del PP en Canarias y alcalde de Las Palmas, advirtiendo al Gobierno central de que la solidaridad de su ciudad con los inmigrantes 'se ha acabado' y exigiendo el envío masivo e inmediato a otras zonas de España de los 280 extranjeros indocumentados que se concentran en ella, han generado una ola de duras reacciones. El único respaldo al alcalde le ha llegado del presidente de la Federación Empresarial Canaria de Ocio y Restaurantes (Fecao), Jaime Bouzón. Soria, pese a todo, envió ayer una carta al delegado del Gobierno para la Inmigración, Enrique Fernandez-Miranda, en la que le advierte de que su ciudad 'no tolerará el traslado a Las Palmas de un solo inmigrante ilegal más'.

PSOE y Coalición Canaria coincidieron ayer en calificar de intolerable que Soria pretenda tratar a los inmigrantes como 'fardos'. El secretario general de los socialistas canarios, Juan Carlos Alemán, definió al alcalde de Las Palmas como 'Soria Pen' y aseguró que éste 'ha estado de rodillas ante el Gobierno central' durante años en materia de inmigración y de pronto 'descubre la realidad'. Alemán hizo estas declaraciones tras reunirse con representantes empresariales y vecinales del Parque de Santa Catalina, la zona más frecuentada por los 280 sin papeles que han sido liberados tras haber pasado cuarenta días retenidos en el centro de Fuerteventura.

El portavoz de CC en el Ayuntamiento, Marino Aludan, comparó a Soria con Jeckyl y Hyde, porque 'el alcalde del PP pide al presidente del PP en Canarias, que es él mismo, que el Gobierno español del PP ordene al delegado del Gobierno, también del PP', que no traslade más inmigrantes de Fuerteventura a Las Palmas.

El alcalde reorientó ayer sus amenazas. El jueves lanzó un ¡basta ya! dirigido a la Administración central. Ayer se preguntó si el Gobierno autónomo de Canarias (CC) 'quiere hundir la ciudad' e intentar causarle a él 'un daño político' por desentenderse de estos cientos de personas. El consejero de Asuntos Sociales, Marcial Morales, que en su día llamó al alcalde 'bombero pirómano' por sus excesos verbales en esta materia, rechazó que los inmigrantes sean tratados como 'fardos', aunque apoyó su repatriación o su traslado a otras provincias, recalcando que 'el Estado no debería permitir una concentración tan alta en Las Palmas porque puede generar situaciones problemáticas'.

Mientras Soria afirma que la asistencia a los inmigrantes se efectúa exclusivamente con fondos municipales, el Gobierno de Canarias le recordó ayer que sólo para el presente año se han destinado 970.900,66 euros a programas de atención de inmigrantes en esta ciudad para cuatro centros gestionados por otras tantas ONG, y anualmente otros 126.000 euros para el comedor social Gánigo, que gestiona el propio Ayuntamiento.