Una treintena de jóvenes estrenaron en las fiestas de Leioa el programa de análisis de drogas montado por el Gobierno

Los jóvenes que acudieron a las fiestas patronales de Leioa, celebradas los pasados días 21 y 22, fueron los primeros que tuvieron la oportunidad de participar en el nuevo programa del Gobierno vasco que trata de prevenir el consumo abusivo de éxtasis, speed, cocaína y hachís. En una pequeña caravana, se ofrecía la posibilidad de analizar muestras de drogas para conocer su grado de pureza y adulteración. Durante los dos días, 150 personas entraron en el vehículo y, de ellas, 31 prestaron muestras para que les realizasen una prueba. Otras 96 pidieron simplemente información. Estos son los primeros datos ofrecidos ayer por la directora de Drogodependencias, Gemma Calvet, ante la Comisión de Trabajo y Acción Social del Parlamento.

El programa continuará a finales de julio en la plaza de toros de San Sebastián, en el marco de una macrofiesta organizada por una discoteca; así como en las fiestas de Bermeo y Bergara, en septiembre. Según avanzó Calvet, la campaña se complementará con pruebas de alcoholemia voluntarias. La campaña se presentará el 2 de julio a los ayuntamientos vascos para que éstos decidan si quieren implantarla, apoyados por la financiación del Gobierno vasco.

Además de este programa, la Dirección de Drogodependencias ha puesto en marcha otras tres iniciativas destinadas a la prevención del consumo de drogas. Una de ellas, llamada Disco sano, pretende formar a trabajadores de la hostelería para que se involucren en la disuasión e información a los consumidores. Siete discotecas ya se han adherido a este plan. Además, los jóvenes que acuden a autoescuelas pueden participar en unos talleres para fomentar la actitud responsable de los futuros conductores. También se han distribuido una serie de postal free destinadas a la prevención.

Calvet constató igualmente el incumplimiento por parte de las cadenas de televisión de la normativa legal sobre la publicidad de alcohol. Se ha apreciado 'una infracción tanto de contenidos como de horarios', ante lo cual el Gobierno vasco ha enviado una carta a los medios de comunicación 'para que sean corresponsables'. Se les ofrecerá un plazo de seis meses para rectificar. De lo contrario, pueden ser sancionados hasta con 600.000 euros.