Isidro González debuta con relatos de perversiones sexuales ficticias
Psicólogo de profesión, Isidro González Olivera buscaba el relajo de los reales decretos de la Administración para la que trabaja y de la literatura 'hiperbólica' que hacía en guías turísticas, guiones de vídeos promocionales y paneles expositivos con relatos eróticos. Después de varios años, decidió reunirlos en un volumen, que acaba de publicar Mileto Ediciones con el título Lascivos que pueblan los infiernos (Galería de variantes y perversiones sexuales desconocidas hasta hoy). En él se encuentran 16 historias 'de juegos lúbricos y fornicatorios que lascivos impenitentes cultivan en sigilo'.
Según el autor, lo que ha escrito es pura fantasía sexual, pese a estar supuestamente narrado por un investigador de comportamientos sexuales que va describiendo los casos que ha conocido. 'Es mi alter ego, que en el prefacio muestra su desengaño porque sus predecesores, autores reales o ficticios, han novelado estos casos, pero ninguno los ha presentado como trabajos científicos', explica el psicólogo, nacido en Mérida y residente en Sevilla.
El autor no los define como relatos pornográficos. 'No como los entendemos habitualmente, aunque no me preocupa que así se consideren. Son fundamentalmente historias eróticas, que a algunos les provoca carcajadas, y a otros les excita un pelín', dice. El subtítulo de la obra hace referencia a su irrealidad. 'Todas las narraciones son perversiones sexuales desconocidas hasta hoy porque todas son inventadas. Si alguien las hubiera practicado antes sería una catástrofe para mí como autor. Y espero que nadie las realice después de leerlas porque podrían encarcelarme', ironiza González Olivera sobre su primera obra de ficción.
Aficionado a la narración erótica, Isidro González opina que es un género difícil. 'En pocos asuntos se corre tanto riesgo de pasar a la chabacanería o de quedarse corto. No es fácil encontrar un equilibrio. Si te pasas, lo estropeas; o no llegas'.
Pornografía profunda
Para el escritor Antonio Zoido, que presentó ayer el libro en la Casa de las Sirenas de Sevilla, se trata, por contra, de una obra 'estrictamente de género pornográfico, pero muy bien escrita'. De pornografía barroca, pulcra, reflexiva e imaginativa calificó Lascivos que pueblan los infiernos. 'Es un libro serio y profundo, que busca la provocación, de forma clara y sin hipocresía. Si tuviera que compararla, sería la misma provocación que usa Haro Tecglen en sus artículos Visto/oído '.
Zoido se extendió en sus impresiones: 'Está hecho con tanto descaro e intención que provoca, el lector se ríe, lo pasa bien. Pero también produce el efecto contrario. Todos tenemos ganas de encontrar buen género pornográfico, pero el libro de Isidro González es tan porno que conduce a lo contrario, no porque repela, sino por lo exagerado y agudo'. Zoido apuntó que también era una sátira social 'contra los excesos de todos'.
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