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ONCE MUERTOS EN ACCIDENTES

Sábado negro en Cataluña

Fallecen seis personas en dos accidentes en Olesa y El Papiol - Un camión cuba explota en Tivissa y causa un muerto y diez heridos - Muere un hombre al estrellarse un helicóptero en Canelles - Aterrizaje forzoso de una avioneta en la autopista Barcelona-Terrassa

Cataluña vivió ayer un sábado negro. Nueve personas, cuatro de ellas de una misma familia, perdieron la vida en accidentes de tráfico. Un camión cuba evocó en Tivissa la tragedia de Els Alfacs y ocasionó la muerte del chófer, heridas a 10 personas y un incendio forestal. El conductor de otro camión cisterna murió al chocar con otro vehículo en El Papiol y originó el corte de la autopista durante cinco horas. La tragedia llegó también desde el cielo: una avioneta hizo un aterrizaje forzoso en la autopista de Terrassa y la caída de un helicóptero causó la muerte de una persona en Canelles, entre Lleida y Huesca.

El accidente más trágico se produjo a las 6.49 horas, en la N-II, a la altura de Martorell, cuando dos vehículos, uno de ellos un Land Rover, chocaron frontalmente y fallecieron cinco personas. Cuatro de ellas eran miembros de una misma familia de Olesa de Montserrat. La quinta víctima era el ocupante del otro automóvil, matriculado en Lleida. La relación de víctimas mortales de este puente se inició, sin embargo, horas antes, en Santa Cristina d'Aro: una joven de 15 años fue arrollada por un Volkswagen Golf que se dio a la fuga. La adolescente fue trasladada al hospital Josep Trueta y falleció poco después. El Servicio Catalán de Tráfico cifró en 10 las personas que perdieron la vida en accidentes: las seis ya citadas, más los dos conductores de los sendos camiones-cubas siniestrados, un vecino de La Selva del Camp (Baix Camp) y una ciclista de 69 años arrollada en Sant Feliu de Guíxols (Baix Empordà).

El recuerdo de la tragedia de Els Alfacs sobrevoló ayer en Tivissa (Ribera d'Ebre). El chófer de un camión cisterna cargado con gas licuado perdió el control del vehículo al tomar una curva, considerada muy peligrosa por los vecinos, de un tramo de la carretera C-44. El conductor, Josep Miquel N. P., de 42 años, no pudo frenar y se deslizó rampa abajo hasta chocar contra una valla y volcar. No pudo salir de la cabina y, atrapado por las llamas, murió en el acto. Veinte minutos después llegó la brutal deflagración, que causó heridas y quemaduras de diversa consideración a una decena de personas, cuatro de ellos mossos que estaban acordonando la zona. El camión se rompió en tres partes y una de ellas salió despedida hasta una casa en la que ocasionó un enorme boquete. La explosión provocó un incendio forestal, que quemó unas 200 hectáreas. El fuego quedó controlado anoche. El consejero de Interior, Xavier Pomés, se congratuló de que el accidente hubiera ocurrido en una zona despoblada.

Otro camión cuba, esta vez cargado de gasolina, sufrió un accidente a las 15.20 horas en la autopista A-7, en El Papiol, al chocar con un camión italiano, averiado y mal aparcado. El conductor falleció en el acto. La autopista estuvo cortada al tráfico hasta cerca de las 22.00 horas, y se produjeron largas retenciones al haberse derramado el combustible sobre el asfalto.

El pánico llegó también desde el aire: una avioneta forzó el aterrizaje en la autopista de Sabadell y causó el horror de los automovilistas. Un helicóptero se desplomó después sobre el río Noguera Pallaresa; en este accidente falleció una persona. La jornada se cerró con un niño de siete años ahogado en una piscina de Linyola (El Pla d'Urgell) y con un hombre arrollado por un tren en Segur de Calafell, la línea férrea más luctuosa de los últimos tiempos.

JOSEP LLUÍS SELLART

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