Autorretrato de ETA
Según una teoría que pareció demasiado simple cuando fue formulada, ETA es lo que parece: una cuadrilla de pistoleros en busca de pretextos para seguir matando. Con el tiempo, aquella teoría va haciéndose cada vez más verosímil. Ayer hizo explotar dos bombas en Andalucía y otra en Zaragoza coincidiendo con el inicio de la cumbre que pone fin, en Sevilla, a la presidencia española de la UE. Con este motivo, ETA había difundido la víspera un largo comunicado dirigido a las instituciones y ciudadanos europeos para exponer su lista actual de pretextos para seguir matando. Por si el texto, demasiado farragoso, no era entendido por los mandatarios europeos, la misiva se hizo acompañar de un coche bomba colocado en un gran almacén y otros dos a las puertas de hoteles, provocando seis heridos, el más grave un turista inglés de 33 años.
Hace falta estar cegado por el propio resplandor para suponer que matar o intentar matar a turistas europeos sea una forma de conseguir la solidaridad de los ciudadanos de la UE o la simpatía de sus Gobiernos. ETA anuncia a esos Gobiernos y ciudadanos que proseguirá la lucha armada, pese a su deseo de superar el conflicto, por culpa de la 'cerrazón y prepotencia de los Estados opresores'. De la política española dice que sus rasgos actuales son 'el fascismo y la reconstrucción del Imperio perdido' y que 'en breve los vascos no podrán decir lo que piensan'. Como pequeña novedad cabe resaltar que entre los pretextos enumerados para justificar el recurso a los coches bomba se incluye esta vez una referencia a la globalización.
El problema es que ese mensaje se produce una semana después de que Xabier Arzalluz, principal dirigente del principal partido nacionalista vasco, agradeciera a Europa que haya impedido a Aznar 'fusilar' a los vascos 'como Franco'. Y cinco días después de que el propio Arzalluz y otros líderes nacionalistas, incluyendo tres miembros del Gobierno vasco, se manifestaran contra la eventual ilegalización judicial del brazo político de ETA. Con el argumento de que lo que se intenta prohibir no es la cooperación con una organización terrorista, sino ilegalizar las ideas nacionalistas. Si, pese a su debilidad, resulta difícil vencer políticamente a ETA es porque hay personas y partidos de tradición democrática que utilizan irresponsablemente argumentos que parecen copiados de los comunicados de esa organización terrorista.
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