La 'enfermera de la muerte' holandesa mató a un juez de la ONU

La fiscalía holandesa cree que entre las 14 víctimas mortales de la enfermera holandesa Lucy Isabella Quirina de Berk figura Haopei Li, juez del Tribunal Internacional Penal para la ex Yugoslavia. En el juicio que se inició ayer se supo que Quirina de Berk, hija de alcohólicos, fue prostituta y falsificó su expediente académico para seguir sus estudios. La fiscalía la calificó de 'psicópata clásica obsesionada con la muerte'.

Haopei Li, miembro de la Cámara de Apelación del tribunal que juzga al ex líder serbio Slobodan Milosevic, tenía 91 años e iba a retirarse en 1997, el mismo mes de su muerte. El juez habría recibido la misma dosis letal de morfina y potasio administrada por la enfermera a nueve ancianos y siete niños. La Fiscalía de La Haya tiene claro que 'Li fue una de las víctimas', si bien el asesinato nada tuvo que ver con su trabajo para Naciones Unidas. Li era asesor jurídico del Gobierno chino y catedrático de Derecho Internacional, antes de ser elegido miembro del tribunal para la ex Yugoslavia.

Dos pacientes lograron sobrevivir a los envenenamientos que se sucedieron en el hospital de la Cruz Roja, el centro médico infantil Juliana y el de Leyenburg, todos en La Haya, entre febrero de 1997 y septiembre de 2001. La enfermera también trabajó en el hospital penitenciario de Scheveningen. Cuatro de los siete menores eran bebés, uno de ellos de cinco meses, caso que hizo saltar las sospechas sobre la enfermera. Los médicos habían visitado al niño una hora antes del súbito fallecimiento y no habían hecho constar en el registro ningún síntoma grave que presagiara un desenlace fatal.

'Es una psicópata clásica obsesionada con la muerte', afirmó ayer la fiscalía, antes de pedir una prórroga hasta septiembre. También se han hecho públicos detalles de su vida, como la esquela fingiendo su propia muerte que insertó en un periódico en 1992 tras reñir con un pariente.