Tremendo enfado

La primera reacción que tuve al leer el subtítulo de la noticia que aparece en su periódico en la página 1 de la sección Madrid del día 13 de junio, sobre los resultados de los alumnos de bachillerato, fue la de un tremendo enfado. Empecé a escribir una carta con palabras muy gruesas contra su periódico y esas organizaciones políticas, porque uno está cansado de tanta demagogia.

Pero luego conté hasta diez antes de empezar y no lo hice, y ahora sólo quiero lanzar algunas preguntas: ¿por qué hay alumnos que se van de algunos colegios concertados a otros públicos para sacar mejor nota para la selectividad?, ¿o por qué se van a estos últimos diciendo que lo hacen únicamente porque en ellos es mucho más fácil aprobar y sacar mejor nota sin trabajar ni la mitad (cosa que no me creo, por cierto), y no porque se les exija más o porque se les vaya a preparar mejor -que podría ser-?

¿Son capaces esas formaciones políticas de admitir algo positivo en los centros concertados?Porque nunca les he oído nada en ese sentido ¿y puede ser que alguien sea, en todos-todos sus aspectos, malo, negativo, sin nada positivo? Y no contesten con demagogia, que uno está harto de leer y oír cosas que van destinadas a gente que no está dentro del ajo (de cualquier ajo) y que, por lo tanto, no conoce más que lo que, interesadamente, les dicen las personas públicas, las que salen en los medios de comunicación, porque los que están dentro no pueden ser engañados por esa palabrería barata, interesada y sin fundamento.

¿Por qué no se dedican (todos: PP, PSOE, IU, etc.) a dialogar y a trabajar en serio y a llegar a algo que realmente redunde en beneficio de los ciudadanos, como es el tema de la educación -entre otros asuntos-, en lugar de enfrentar a sectores sociales que entre ellos no lo están, o no lo deben estar al menos? ¿No es mejor construir que destruir? Pues pónganse manos a la obra de una puñetera vez y déjense de tonterías, por favor.