Paro masivo en las empresas petroquímicas de Tarragona
Éxito masivo de seguimiento, según los sindicatos, de la huelga general en las comarcas de Tarragona, con especial influencia en el sector industrial y en el petroquímico, de gran peso específico en la economía de la provincia. Los datos de los sindicatos difirieron, y mucho, de los que ofreció CEPTA, la patronal de Tarragona, a última hora de la tarde de ayer y que situó en el 32% el seguimiento de la convocatoria de paro. La CEPTA indicó que la menor incidencia de la convocatoria se registró en el sector de la hostelería y de los servicios, con el 10% de seguimiento, mientras que en la industria habría sido del 60% y en la construcción del 25%.
Los trabajadores de los sectores de transportes, sanidad y correos también se sumaron a la convocatoria de paro, mientras que los puntos más conflictivos fueron ayer determinados centros comerciales de Reus, Tarragona o Tortosa ante los que se concentraron los piquetes para evitar que abrieran o trabajaran con normalidad. Asimismo, la hostelería, donde los datos entre patronal y sindicatos sobre el seguimiento del paro difieren, hubo denuncias sobre coerciones a empleados -la mayoría con contratos precarios- para que fueran a trabajar.
Escasos incidentes
Éxito y apenas incidentes, según UGT y CC OO, en la jornada de ayer, de la que los sindicatos hicieron una lectura triunfal y de la que aseguraron que había habido un seguimiento del 90%. El único incidente del día se registró en Tortosa, donde agentes del Cuerpo Nacional de Policía identificaron a tres personas que estaban tratando de sellar con silicona las puertas del mercado central de la ciudad. En el mercado, finalmente, sólo abrió una parada, una situación que se repitió en los mercados de las grandes ciudades. Los encuentros de mayor tensión, sin llegar a mayores, se produjeron en los centros comerciales y, especialmente, en el Carrefour de Reus, donde los piquetes se enfrentaron a agentes de seguridad privados. Muchos establecimientos cerraron al paso de los piquetes, aunque posteriormente, una vez los sindicalistas abandonaban el lugar, volvieron a abrir.
El éxito de la convocatoria se centró fundamentalmente en el sector industria y transportes y especialmente en la rama petroquímica, en la que el paro fue del 98% y en la que los servicios mínimos (algunas de las empresas no pueden parar su producción) se respetaron sin problemas. Las centrales nucleares de Ascó y Vandellòs funcionaron con el 70% de su personal, pero mantuvieron su productividad. La Universidad Rovira i Virgili registró un nivel de paro del 80%, mientras que el parque temático de Universal's Mediterránea abrió sus puertas sin problemas, aunque con menor personal y con algunas instalaciones sin funcionar.
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