Buitrago, por segundo día, y Aranjuez superan el nivel de ozono
Ya está claro. Un año más, la contaminación por ozono troposférico ha hecho acto de presencia en la región, y se ha adelantado unos días al verano, la estación en la que más posibilidades tiene este gas nocivo de ensuciar el aire. Ayer, dos municipios madrileños superaron los niveles mínimos aceptados de ozono troposférico en aire: Buitrago del Lozoya (por segundo día consecutivo) y Aranjuez. Las dos localidades suman más de 40.000 habitantes.
Entre las cinco y las seis de la tarde, la estación medidora que la Comunidad tiene en Aranjuez registró un valor medio de 189 microgramos de ozono por metro cúbico de aire. Una hora más tarde, en Buitrago, esa concentración alcanzaba los 182 microgramos por metro cúbico. Ambos valores superan los 180 microgramos, el umbral de aviso por encima del cual las autoridades están obligadas a informar a la población. Además, con esa concentración de gas, la salud de los llamados grupos de riesgo (niños, ancianos y personas aquejadas de problemas respiratorios) puede verse amenazada.
Sólo cuando se supera el umbral de alerta (360 microgramos), el ozono afecta a toda la población y los Gobiernos deben tomar medidas (por ejemplo, restringir el tráfico).
El ozono troposférico es un gas nocivo que se forma en las capas bajas de la atmósfera por la reacción de contaminantes primarios (como los que emiten los coches y las industrias) en contacto con la radiación solar. Por eso aumenta en verano, cuando el sol pega más fuerte. El año pasado hubo más de 30 superaciones del umbral de aviso por ozono, la mitad de ellas en Alcalá de Henares.
La asociación Ecologistas en Acción denunció ayer la que considera una 'política insostenible de transporte y consumo eléctrico' en Madrid, y reclamó, una vez más, medidas de fomento del transporte público para contener la presencia de ozono tóxico en la región este verano. Los ecologistas recuerdan que en la Comunidad hay más de 200.000 asmáticos, a los que este gas puede afectar seriamente, y que el ozono troposférico daña también la vegetación, los productos agrícolas y hasta los edificios, por su efecto oxidante.
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