Una biografía desvela los serios conflictos del fundador del Opus Dei con los papas Juan XXIII y Pablo VI

'Me gusta que seas muy romano. Y que tengas deseos de hacer tu 'romería', videre Petrum, para ver a Pedro'. Este entusiasmo de 1939, descrito en la máxima 520 de Camino, una especie de biblia para miembros del Opus Dei, se torció para Josemaría Escrivá de Balaguer, el fundador, cuando, a la muerte del aristocrático Pío XII, llegaron al pontificado los renovadores Juan XXIII y Pablo VI, los papas del Concilio Vaticano II. Una biografía de Jesús Ynfante sobre este polémico personaje del catolicismo desvela sus broncas relaciones con el Vaticano y la dudusa opinión que le merecían los dos sucesores de Pedro que frustraron o amargaron su carrera eclesial.

Jesús Ynfante publicó en París en 1970, en la editorial Ruedo Ibérico, una primera biografía sobre Escrivá -La prodigiosa aventura del Opus Dei. Génesis y desarrollo de la Santa Mafia-, perseguida en España por la censura, y vuelve ahora, editado por el Grupo Planeta en Crítica, con la que ya puede considerarse una biografía completa. El santo fundador del Opus Dei se titula. El autor espera que en esta ocasión la libertad que se presume en España no ponga obstáculos insuperables al nuevo libro, aunque tiene pocas esperanzas sobre su eco mediático. Otro suyo anterior, de 665 páginas, publicado por Grijalbo-Mondadori en 1996, desapareció de las librerías y no volvió a ser editado. Incluso le devolvieron los derechos de autor.

Los documentos y testimonios personales, algunos muy crueles con el ya beato Escrivá, de que hace gala Ynfante en esta biografía alcanzan a asuntos sobre los que el Opus ni habla ni quiere que se hable, a pesar de la investigación teóricamente exhaustiva que debió llevarse a cabo para tramitar sus procesos de beatificación -es beato desde mayo pasado- y de canonización -si Juan Pablo II, gran protector de la obra, sigue reinando, la ceremonia será el 6 de octubre-.

La biografía analiza este acelerado proceso de santificación, que califica como 'turbosantidad', llevado a cabo de forma extraordinaria y, a veces, extravagante; relata sucesos deliciosos que reflejan el carácter y el estilo del personaje, y desvela el proceloso proceso de cambio de nombre del ya beato -Josemaría Escrivá de Balaguer y Albás se llamó en realidad José María Escriba Albás-, o el caro proceso de adquisición, en 1968, del título de Marqués de Peralta, una ambición nobiliaria que sorprendió a sus fieles y llenó España de maledicencias. Un ejemplo: la revista satírica La Codorniz propuso como blasón del nuevo marquesado un obispo rampante sobre campo de gules y la leyenda: Piensa como Cristo y vive como Dios.

Ideológica y biográficamente afín a lo que Ynfante denomina 'fascismo clerical' del caudillo Franco, y crítico con la actitud moderada de los propagandistas católicos de su rival Ángel Herrera, futuro cardenal, Escrivá achacó el que Roma nunca le hiciera obispo a sus estrechas relaciones con el dictador, al que llegó a dictar ejercicios espirituales en El Pardo. Del ya mítico, declarado antifranquista, Juan XXIII dijo que era 'un patán', y tachó a Pablo VI de masón. A cambio, este Papa creó una comisión de investigación para rastrear las actividades del Opus.