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Barcelona tendrá un centro de información de todas las religiones

El Ayuntamiento prepara el lanzamiento de un organismo que mantenía al ralentí desde 1998

Si nada se tuerce a última hora, Barcelona tendrá antes de fin de año un Centro Interreligioso. Nada que ver con el nonato Consejo Interreligioso, órgano consultivo cuya creación se paró por orden expresa del alcalde, acuciado a su vez por el arzobispo. El Centro Interreligioso será un organismo de estudio e información ciudadana y una plataforma divulgativa de las actividades que las distintas confesiones religiosas desarrollan en la ciudad.

En 1998, el estudio cartográfico del alma de la ciudad estaba por hacer. Y ése fue el primer objetivo
Junto a la imprescindible área administrativa, habrá una biblioteca, una sala de conferencias y espacio para reuniones

Entre el cúmulo de organismos municipales, la creación del centro, en julio de 1998, pasó prácticamente inadvertida. No tanto por su compleja y prolongada denominación oficial -Centro Interreligioso de Barcelona. Servicio Municipal de Atención a Personas y Agrupaciones Religiosas de Barcelona- como por carecer de la base que habría de darle plena operatividad.

Hacía casi un año que Joan Clos había tomado el relevo de Pasqual Maragall al frente de la alcaldía y Agustí Soler -entonces representante de un partido que hoy es ya historia, el PI- ocupaba la concejalía de Derechos Civiles. Barcelona, tradicional 'punto de encuentro y confluencia de una gran diversidad de culturas y tradiciones', necesitaba 'dotarse de mecanismos y estrategias' que la ayudasen a 'integrar, de forma abierta y respetuosa, estilos de vida y culturas foráneas que, con el paso del tiempo', se convertirían en piezas del 'nuevo mosaico social y cultural' que conformaba la ciudad. La resolución a la que pertenece el texto entrecomillado fue aprobada por el alcalde Clos, a propuesta del concejal Soler, el 17 de julio de 1998. Había nacido el Centro Interreligioso que sólo ahora, casi cuatro años después, alcanzará su plena operatividad. O al menos ése es el empeño de la concejalía de Derechos Civiles, que dirige la concejal Roser Vecina, donde se señala: 'En su nuevo local, el centro abrirá antes de fin de año'.

Existe, por tanto, un viejo local. El centro dispone, efectivamente, de un modesto espacio en el seno de la Oficina per a la no Discriminació (OND), suficiente en cualquier caso para albergar las mesas y enseres de las dos personas, todo entusiasmo, que lo atienden en la actualidad. Probablemente, no ha hecho falta más para esta dilatada etapa fundacional.

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En julio de 1998, cuando se creó el Centro Interreligioso, 'el estudio cartográfico del alma de la ciudad y la identificación de las nuevas realidades espirituales y de creencias' estaba aún por hacer. Y ése fue, precisamente, su 'primer objetivo: conocer cuál es la composición real de la ciudad en lo relativo a iglesias, agrupaciones o asociaciones religiosas'. Una base de datos elaborada bajo la dirección del catedrático Joan Estruch permitió saber, el 31 de diciembre de 1999, qué confesiones religiosas tenían algún tipo de representación o establecimiento en la ciudad, dónde estaban, qué hacían y cuándo lo hacían. Se ficharon 1.172 'equipamientos activos', la mayoría, hasta sumar 896, pertenecientes o vinculados a la Iglesia católica. Con larga tradición en la ciudad, se consignó igualmente un número importante de centros de las iglesias evangélicas (148) y, ya en menor escala, se anotó la presencia de equipamientos y centros de los Testigos de Jehová (23), budistas (15), islamistas (13), hinduistas (3) y judíos (2). La situación no ha variado sustancialmente desde entonces, según fuentes del Centro Interreligioso, cuya base de datos se ha ido actualizando con informaciones facilitadas por los representantes de las distintas confesiones religiosas y con las recogidas por el propio centro. En cualquier caso, la actualización en profundidad del estudio exigirá el desarrollo de un nuevo trabajo de campo -con visitas y entrevistas personales a los representantes de cada equipamiento religioso-, una operación que sólo se prevé realizar a medio plazo.

Hace, pues, 18 meses que el Centro Interreligioso de Barcelona dispone de la base necesaria para alcanzar su plena operatividad. No ha dispuesto, en cambio, de los medios -humanos y materiales- para desarrollar con plenitud las tareas que le encomienda la resolución firmada en su día por el alcalde. Ahora va a tenerlos, siempre que los planes para abrir la nueva sede no sufran una nueva demora. Aunque todavía no se ha producido la cesión formal, los responsables del centro trabajan con la previsión de un próximo traslado a una sede propia, que estaría ubicada en un inmueble de propiedad municipal situado en la confluencia de la calle de Bac de Roda con Gran Via. Allí se espera instalar, además de la imprescindible área administrativa, una biblioteca y hemeroteca, una sala de conferencias y un espacio para reuniones.

En su nueva sede, el Centro Interreligioso será, en primer lugar, un potente centro de información. Cualquier ciudadano, turista o visitante podrá recabar datos -dirección, teléfono, horarios de culto, etcétera- sobre los equipamientos de las distintas confesiones religiosas con presencia en la ciudad y sobre las actividades -culturales, asistenciales, etcétera- que éstas organizan, bien sea con regularidad o de forma extraordinaria. Buena parte de esa información se ofrecerá también a través de Internet mediante la web www.bcn.es/centre_interreligios, actualmente en construcción. En las salas de conferencias y de reuniones se promoverá la celebración de todo tipo de actividades destinadas a potenciar el conocimiento y estudio de las distintas tradiciones religiosas y a favorecer el diálogo interreligioso. La biblioteca, en fin, ofrecerá, además de un fondo bibliográfico especializado, las revistas y publicaciones editadas por las distintas confesiones religiosas en la ciudad.

El centro tendrá también la misión de profundizar en el conocimiento del hecho religioso en Barcelona, como señala la resolución del alcalde, que fue refrendada por el pleno del Ayuntamiento en septiembre de 1998. Una vez constituido 'el corpus elemental y básico de información eminentemente descriptiva' que es la mencionada base de datos, 'de forma gradual habrá que completar la documentación relativa a cada grupo, profundizando en aspectos tanto cuantitativos como cualitativos: composición del grupo, características sociales, aspectos históricos de su implantación en Barcelona...'. Al redactor de la resolución, no se le escapan la dificultad y las suspicacias que una investigación de esta índole podrían despertar, y tal vez por ello añade: 'En este terreno las posibilidades son casi ilimitadadas, y los criterios que habrá que utilizar para establecer el límite tendrán que dictarlos el sentido común, los recursos disponibles y las prioridades que se fije el propio centro', que 'en ingún caso debe ser percibido como una instancia de control, pero tampoco debe renunciar a disponer de toda la información accesible'.

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