Feria Valencia responde para financiar la ampliación con la concesión municipal del recinto

El plan de financiación de Feria Valencia, aprobado recientemente, garantiza la ampliación del complejo pero establece unas duras condiciones contractuales. La presencia de la Generalitat como avalista de la operación no basta y, en consecuencia, la feria arriesga el uso de los terrenos e instalaciones, que explota en régimen de concesión, para garantizar la operación, según recogía ayer el diario Cinco Días. La Feria responde además con sus ingresos y se ata al Santander Central Hispano, director de la operación, durante los próximos años, a cambio de 325 millones de euros.

Feria Valencia cifró en unos 300,506 millones de euros (50.000 millones de pesetas) el coste de ampliar su recinto. Dos años después del inicio de la reforma, la entidad ha presentado un plan de financiación único en España. Primero suscribió un crédito de 97,5 millones de euros con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y después aprobó una emisión de obligaciones por importe de otros 227,5 millones de euros, con un periodo de amortización de 25 años.

La operación, dirigida por el Santander Central Hispano (SCH), que además ha colocado la emisión con Bankinter, incluye una línea de crédito adicional, avalada por la Generalitat, de otros 30 millones de euros sólo para pagar los intereses de las obligaciones y el préstamo del BEI.

La operación, como ha reconocido la propia feria, es 'segura', como evidencia la calificación otorgada por las agencias de rating Standar & Poor's y Moody's. Y es que el aval de la Generalitat no ha bastado. El plan de financiación no tendrá 'casi impacto' en los Presupuestos de la Generalitat, reconocía el propio consejero de Economía, Vicente Rambla, ya que el peso de la operación lo soportará el propio recinto.

La operación ha obligado a los actuales gestores feriales a establecer toda una serie de garantías adicionales, que, por ejemplo, han afectado al contrato de concesión con el Ayuntamiento de Valencia, titular del complejo. La Corporación municipal renovó el pasado 28 de febrero el contrato de concesión por otros 50 años y, de paso, autorizó a los actuales gestores feriales a hipotecar el uso de los terrenos, las instalaciones y servicios del complejo en caso de que la deuda de la Generalitat, avalista de la operación, perdiera calificación.

Pignoración de derechos

Además, los derechos de crédito de la concesión están pignorados como garantía adicional. La Feria se obliga también a trasladar todas sus cuentas 'acreedoras' al Santander Central Hispano en un plazo de dos años desde la firma de la operación, así como a cancelar anticipadamente los préstamos que la institución tiene pendientes: unos 18 millones de euros con el SCH, el Banco de Crédito Local y el Banco de Valencia.

Feria Valencia responde además con sus ingresos anuales de todas estas operaciones. Según los datos del último ejercicio cerrado en agosto de 2001, y sin contar los certámenes bienales, las ferias del mueble, la cerámica y los textiles para el hogar representaron un 50% de los ingresos totales, aunque existe un plan para poner en marcha nuevos certámenes.

Feria consigue con este plan, tutelado por el Instituto Valenciano de Finanzas de la Generalitat (IVF), unos 325 millones de euros (unos 55.000 millones de pesetas), que sufragarán la ampliación del complejo ferial hasta los 286.283 metros cuadrados. La Financial Security Assurance (FSA) es la aseguradora de la operación. La ampliación se acabará en 2004. La primera fase de las obras -presupuestadas en 3.305.500 euros, unos 550 millones de pesetas- se la adjudicó FCC, así como la segunda fase. El recinto pasará de sus actuales 196.922 metros cuadrados brutos a un total de 286.283 en su etapa final, y de 2.000 plazas de aparcamiento a 4.500.