Los sindicatos rechazan los servicios mínimos fijados en el transporte para la huelga

Los sindicatos vascos van por separado a la huelga general. Sin embargo, ayer mostraron su acuerdo al censurar el decreto de servicios mínimos aprobado por el Gobierno. Todos consideran que decretar unos servicios del 20% en el transporte es abusivo. Además, mantienen que no son esenciales y por tanto no se puede regular. El secretario de Acción Sindical de UGT, Javier Bermejo, lo calificó de 'piquete legal'. Las centrales anunciaron, más o menos abiertamente, que no los cumplirán. El Gobierno, por su parte, pidió que se respete el deseo de los que quieran ir a trabajar.

El Gobierno fijó ayer los servicios mínimos del transporte en el 20% del que se ofrece ordinariamente en una jornada laboiral, con atención especial a los horarios de entrada y salida del trabajo, para las dos jornadas de huelga general convocadas en Euskadi, el día 19 por ELA y LAB, y el 20 por CC OO y UGT. El resto de sectores esenciales, como energía eléctrica, agua, gas y sanidad, mantendrán la actividad de un día festivo excepto en las emergencias médico-sanitarias que se cubrirán al cien por cien, tal como se había pactado con los sindicatos.

El consejero de Justicia, Empleo y Seguridad Social, Joseba Azkarraga, dio a conocer los pormenores de la orden de servicios mínimos para las dos jornadas de huelga aprobado por el consejo de Gobierno, al tiempo que pidió un 'democrático respeto tanto para quienes desean ejercer los días 19 y 20 su derecho a la huelga, como para quienes deseen en ambas jornadas acudir a su puesto de trabajo o desplazarse libremente por nuestro país'.

La orden recoge el acuerdo ya existente entre las partes afectadas sobre los servicios mínimos que se han de prestar en lo que respecta a la atención hospitalaria, atención primaria y a los servicios de emergencias y establece unos 'mínimos', según el consejero, para aquellos sectores en los que no hubo acuerdo, caso de los transportes.

Pero esta propuesta de transporte ha levantado las iras sindicales. El responsable de comunicación de ELA, Germán Kortabarria, señaló que son los trabajadores los que tienen que decidir si cumplen o no esos servicios mínimos y dijo que si hincha demasiado el globo' la Administración puede que le 'estalle'.Esta misma línea contestataria la expresó Txutxi Ariznabarreta de LAB, quien manifestó que no se respetarán los servicios mínimos del 20% en el transporte.

Reproches

Las huelga del día 20 va por los mismos derroteros sólo que las acusaciones se dirigieron más al campo político. El secretario de organización de CC OO, Federico García, indicó los mínimos en el transporte fijados por el Gobierno vasco son iguales a los que establecería cualquier Gobierno del PP. Esta misma acusación de compadreo entre el PP y Azkarraga la expresó Bermejo. Los sindicatos no nacionalistas dejaron la puerta abierta a recurrir la orden del Gobierno, aunque reconocieron que hacerlo serviría de poco, ya que la sentencia llegaría tras la jornada de paro.

No obstante, la tesis del Gobierno que declara el transporte un servicio esencial está avalada por un acuerdo que suscribieron en 1994 el Departamento de Trabajo y los sindicatos UGT, CC OO y ELA para determinar las actividades esenciales en caso de huelga. Entre éstas se incluían los transportes públicos regulares de viajeros, 'siempre que no existan otras alternativas válidas y suficientes de transporte público, y de mercancías perecederas y de primera necesidad'.

Los sindicatos aceptaron ayer la posibilidad de negociar el transporte, pero consideraron abusivo el procentaje del Gobierno y redujeron los servicios esenciales a los que tienen que ver con la 'vida, la salud y la seguridad'.

Por otro lado, el secretario general de ELA, José Elorrieta volvió a relacionar a José María Aznar con Franco y manifestó su deseo de que ésta sea la última huelga general con 'doble convocatoria' en Euskadi. Sin embargo, advirtió a CC OO y UGT que su sindicato no va a ser nunca de 'mera suma'. Elorrieta reiteró que ambas centrales 'en ningún momento han intentado negociar una convocatoria unitaria, sino que se han limitado a exigir al resto una adhesión incondicional'.