El balneario de Seobu
Camacho anuncia cuatro o cinco cambios para dosificar su plantel
España vive días de regocijo. Sin novedad en el frente de Seobu, con la selección clasificada para los octavos de final y con José Antonio Camacho de buen humor bajo la primera lluvia monzónica del año, planeando rotaciones en la selección para dar el gusto a los que no han jugado y reposo a los más cansados. 'Contra Suráfrica habrá cuatro o cinco cambios', adelantó el técnico.
Mientras tanto, los jugadores salen de los entrenamientos y juegan al billar, miran películas en DVD, se pasean por Ulsan, se meten en Internet y van al minicine del centro de concentración, donde Camacho les recrea con sesiones de vídeo de Suráfrica, el rival de mañana en el último partido de la fase previa, duelo en el que se dirime el primer puesto del grupo.
Mendieta se pidió Vértigo, de Alfred Hitchcock, y es de presumir que pasó buena parte de la tarde de ayer viendo la cara a Kim Novak. Morientes eligió Doce monos, de Terry William. Helguera se hizo con la comedia Una agente muy especial. Y así sucesivamente: los aparatos de DVD echaron humo en las habitaciones. En otros puntos de la concentración, Valerón, Curro Torres, Puyol y Luis Enrique se empeñaron en torneos de fútbol virtual en la PlayStation. Tal vez los más tradicionales, como Casillas, Xavi y De Pedro, se entregaron a los juegos de naipes o al billar. Y Cañizares, si acaso, repasó el libro del Tao para dar más vueltas a su querida filosofía oriental: 'De este modo, la existencia sugiere la no existencia. Lo fácil promueve lo difícil...'.
Mientras tanto, Zidane, el mejor jugador del planeta, se debate entre arriesgarse o no a romperse la pierna por salvar a Francia de la eliminación. Argentina llora su derrota ante Inglaterra y se prepara para un choque contra Suecia a todo o nada. Italia es presa de los disparates arbitrales y Portugal se ve obligada a eliminar al anfitrión, Corea del Sur, si quiere seguir viva en la Copa del Mundo.
Los muchachos de España se distraen y los discursos cantados, las obviedades protocolares, son una realidad monolítica. Camacho dijo ayer que los futbolistas y él quieren ser 'los primeros del grupo'. Gesticulando como su propio guiñol, el técnico agregó que estaba en la Copa 'para ganar partidos' cuando le preguntaron si ordenaría al equipo que se dejara derrotar para quedar el segundo y así evitar un hipotético choque con Alemania en los octavos de final. El sorteo dispuso que el primero del Grupo B, el de España, debe jugar contra el segundo del E, el de Alemania, y a España le basta el empate para ser campeona del suyo. 'Es una locura pensar en perder para quedar los segundos', agregó.
En el entrenamiento, Camacho dispuso el equipo que prepara para medirse ante Sudáfrica. Con Casillas o Ricardo en la portería; con Torres, Nadal, Helguera y Romero en la defensa; con Baraja, Xavi y Mendieta en el medio, Valerón de enganche, y Raúl junto a Morientes en la delantera.
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