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Crónica:Mundial 2002 | España, la primera clasificada
Crónica
Texto informativo con interpretación

'La euforia está justificada'

Camacho: 'En el primer tiempo no nos robaron la pelota, se la dimos'

La euforia de los 3.000 hinchas surcoreanos que la organización dispuso para que animaran a España no pudo ser más artificial. Por un error, acudieron al campo con camisetas verdes, lo que no hizo mella en la alegría de los jugadores y el seleccionador. 'La euforia está justificada', zanjó Camacho. 'Es un momento histórico', apuntó Casillas. 'Nos hemos clasificado faltando ocho días para el partido de los octavos'. La alegría dio más sentido que nunca a la llamada desde Moncloa. 'El presidente del Gobierno, José María Aznar, siempre llama antes y después de los partidos', comentó el seleccionador; 'me ha dicho que va a viajar anchísimo a Irlanda y Portugal'.

Camacho y los jugadores coincidieron en sus apuntes sobre la película del partido y lo decisivo de la entrada de Helguera. España fue superada claramente en el centro del campo durante la primera parte: Arce se incorporaba al medio por la derecha mientras Acuña, Paredes, Gavilán y Santa Cruz rebasaban la capacidad de Baraja y Valerón para robar balones. 'Puse la misma alineación que contra Eslovenia porque se había ganado', se justificó el seleccionador, que no tardó en rectificar el planteamiento. En el segundo tiempo hizo los mismos cambios que sacaron a la selección del atolladero en el primer partido: puso a Helguera y quitó a Luis Enrique, amén de la sustitución obligada del lesionado Tristán, que puede estar una semana de baja por un estiramiento muscular. 'En el primer periodo perdimos 20 balones', relató Camacho; 'no nos robaban la pelota, sino que se la dábamos y, al no tenerla, no podíamos demostrar nuestra calidad. Les invitamos al contragolpe'.

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Helguera, que había reclamado un puesto en el equipo titular, explicó el sentido de su actuación en un partido del que salió muy reforzado: 'En la segunda parte mejoramos porque tuvimos más la pelota. Los rechaces y los balones divididos fueron nuestros. Al jugar con dos medios defensivos, nos parecimos más a algunas de las grandes selecciones'. Y remachó: 'Valerón es más peligroso cuando juega en la línea de tres cuartos. ¿Yo? Ya veremos si juego el próximo partido. No he venido al Mundial a convencer a nadie'. Baraja, en cualquier caso, agradeció la entrada de Helguera: 'Tuvimos superioridad numérica en el centro del campo'. Valerón fue el otro beneficiado con el cambio: 'La entrada de Helguera me dio un poquito más de libertad en la media punta. Quizá en el primer tiempo la distancia entre líneas fue mayor, pero entonces ya pensábamos que íbamos a remontar'.

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