Hilos de luz

La fibra óptica está por todas partes. Uno no tiene por qué saberlo, pero va por debajo de las calles, está en los aeropuertos, en las estaciones de ferrocarril, en las redacciones de los periódicos, las emisoras de radio, los locutorios telefónicos... Precisamente a construir estas redes se dedica Magtel, una empresa familiar que nació en Posadas (Córdoba) hace ahora 12 años, justo cuando empezaba a quedar claro que los cables de cobre iban retrocediendo y que el futuro de las telecomunicaciones estaba hecho de fibra óptica.

Una aclaración. Esta fibra es un hilo muy delgado, como un cabello, que se fabrica con vidrio o plástico transparente, y que transmite información en forma de haces de luz, a mayor velocidad y con menor riesgo de distorsión que los cables tradicionales. Se utiliza en telefonía, móvil y fija, en Internet, en televisión: tiene cientos de aplicaciones. Hasta ahora Magtel ha tendido más de 3.000 kilómetros de fibra óptica por toda España, con sus correspondientes centrales y terminaciones. Y para eso han tenido que multiplicarse en muchos sentidos.

'Nos interesa que el cliente se lo encuentre todo hecho. Le ofrecemos encargarnos del proceso completo'

En el primer momento, en 1990, Magtel estaba formada por cuatro de los hermanos López Magdaleno. Ellos eran los únicos trabajadores. Ahora suman 144 empleados. Comenzaron en Posadas, un pueblo de 7.000 habitantes, a la orilla del Guadalquivir; a estas alturas tienen instalaciones en Córdoba capital, en Écija, en Sevilla y en Madrid, con una superficie total de cerca de 9.000 metros cuadrados. Isidro López, el hermano mayor, que se unió a la empresa en 1999, tras 20 años de trabajo en el sector de las telecomunicaciones, explica que por razones de logística necesitan disponer de varios almacenes en lugares estratégicos, y de una oficina técnica en Madrid, donde está radicada una gran parte de su clientela.

¿Quiénes son sus clientes? Unas 20 o 25 empresas del ramo de las telecomunicaciones. 'Las ventajas de trabajar con grandes compañías son muchas', señala Isidro. 'El aporte de tecnología en boca (es decir, pionera, puntera), la existencia de sistemas de trabajo más estructurados y regulados y también la fiabilidad, claro'. A la hora de competir, una baza importante, según creen los hermanos López, es el hecho de que Magtel cuente con recursos propios, tanto humanos como técnicos.

'Nos interesa que el cliente se lo encuentre todo hecho. Le ofrecemos encargarnos del proceso completo, desde la ingeniería, la petición de los permisos y la realización de la obra civil (o sea, las infraestructuras, las canalizaciones, todos los preparativos previos a la introducción de los cables) hasta montar la instalación y ponerla en marcha. Esto se conoce como contrato llave en mano, y cada vez se pide más', advierte Mario López, el gerente de la empresa. 'Y para ofrecer esto hace falta tener todos los servicios centralizados, poder manejarlo todo desde tu propia empresa, sin tener que recurrir a agentes externos'.

Los promotores de Magtel se muestran orgullosos de sus contratos de mantenimiento 'preventivo y correctivo'. 'Si un cable se rompe', aclara Mario, 'nos comprometemos a estar en el lugar de la avería en un máximo de dos horas, dispuestos a repararla. Aunque el servicio no se interrumpe, porque siempre se instalan anillos de seguridad, y si falla una línea el fluido se encamina por otra vía'.

Inicialmente resultaba difícil recomponer los cables de fibra óptica sobre el terreno, en el campo. Para hacer un empalme hay que usar láser, y no puede quedar ni la más pequeña de las irregularidades, porque si no la señal pierde calidad. 'Está todo resuelto. Las primeras máquinas no eran capaces de dar la precisión necesaria', declara Mario, 'pero las de ahora lo hacen sin ningún problema'. Para el profano, esta tecnología moderna tiene un aire tan misterioso como decorativo; los empalmadores son aparatos livianos, como naves espaciales de plástico llenas de hilos de colores.

Magtel tiene muchos proyectos para el futuro. Piensan instalarse en el Parque Tecnológico Aeronáutico de Andalucía, en Sevilla. Quieren montar un aula de formación permanente. En cuanto a su relación con los clientes, tienen una página web en construcción, y trabajan también en la creación de una imagen corporativa y en el diseño de un catálogo de servicios.