_
_
_
_

Los tres de Belén cuestan 16.400 euros al día

La Guardia Civil tiene a 122 agentes dedicados sólo a la vigilancia de la casa de Lubia

Jorge A. Rodríguez

Los tres palestinos que acogió España para desatascar la crisis de la basílica de Belén están saliendo por un ojo de la cara. La Guardia Civil tiene a 122 agentes dedicados en exclusiva a cubrir por turnos la vigilancia de la casa forestal de Lubia (Soria) en la que están acogidos, con el temor constante de que se escapen monte a través, porque son ciudadanos libres. El dispositivo de vigilancia está presupuestado en seis millones de euros al año, entre medios materiales y humanos, lo que significa que tener a los tres de Belén controlados pero libres cuesta 16.400 euros al día.

Más información
"Arafat ha vendido a los 13 de Belén"
Un Hércules español repartirá por Europa a los deportados de Belén
España sólo acogerá a alguno de los palestinos sitiados en Belén si hay acuerdo de la UE
Gráfico:: Cerco a la basílica de Belén

Los palestinos Ibrahim Abayat, Aziz Abayat y Ahmed Hamamrh, los tres de los 13 de Belén de los que se hizo cargo España, viven desde hace casi dos semanas en una casa forestal de la pedanía de Lubia, perteneciente al Ayuntamiento de Cubo de la Solana, en la que en 1983 veraneó con su familia el entonces presidente del Gobierno, Felipe González. La finca y la casa 'no reúnen las condiciones normales para garantizar la seguridad y el control' de sus residentes, según han informado los encargados de asegurar la vigilancia.

La finca, de unas 40 hectáreas, está situada en una hondonada, rodeada de bosques y dominada por una carretera comarcal. 'En el recinto no existe ningún obstáculo físico que impida una penetración, salvo una malla metálica de simple torsión, en mal estado, lo que supone que en poco tiempo podría salvarse', han informado los agentes que vigilan. Éstos añaden que la valla 'discurre por zonas arboladas que impide la visión de los vigilantes'.

La espesura de la vegetación, la cercanía de varios caminos forestales y de la carretera CN-111 'favorece la posibilidad de intrusión de personas a la finca'. La Guardia Civil de Soria, a la que se ha encargado la custodia, diseñó un complejo dispositivo de seguridad tanto para evitar intrusiones como para impedir una posible evasión de los palestinos que requiere enormes esfuerzos en medios humanos y que necesitaría una mayor dotación de medios materiales.

Fácil acceso a la casa

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

La casa, además, carece de rejas o vallas y las puertas son 'de escasa resistencia'. En la fachada trasera de la vivienda 'es el propio muro del edificio el que constituye la valla en ese lado y, al no disponer de rejas, es fácil acceder al interior de la vivienda'. Es decir: cualquiera puede entrar o salir de la zona de noche, aprovechando la oscuridad (apenas hay iluminación ambiental) y la espesura de los bosques.

La Guardia Civil asegura que necesita tener dotados 24 puestos de servicio por turno, lo que hace que permanentemente sean necesarios '120 efectivos para cubrir todo el dispositivo, a los que hay que añadir dos guías del Servicio Cinológico', encargados de tener a los perros de custodia.

El dispositivo debe completarse de manera esporádica con la tripulación completa de un helicóptero (tres personas) y obliga a mantener en la zona de forma permanente cuatro vehículos, entre ellos uno para el transporte de los palestinos, que en varias ocasiones han pedido ir de compras o de ocio a Soria. 'Es demasiada gente. Se ha dado el caso de que han querido salir a darse un paseo por los bosques de Lubia y han tenido que salir con ellos hasta 20 guardias a pasear', informan fuentes del instituto armado.

La Guardia Civil ha calculado que mantener en dicha ubicación a los tres de Belén durante el año que pactaron el Ministerio de Asuntos Exteriores y la Unión Europea con el Gobierno de Israel va a costar cinco millones de euros en medios humanos. Además, los medios materiales que se han destinado, según las fuentes consultadas, cuestan un millón al año. Y ello sin contar los gastos de la Cruz Roja, organismo que está al cargo de los tres de Belén.

Es decir: si España quiere cumplir con el compromiso adoptado y mantener a los palestinos en dicha casa tendrá que desembolsar seis millones de euros (unos 1.000 millones de pesetas) durante el año de estancia, lo que supone que la custodia sale por más de 16.400 euros al día (más de 2,7 millones de pesetas). La factura debería correr a cargo de Exteriores, pero por ahora se está haciendo cargo de ella la Guardia Civil.

'Es una locura de medios', afirman fuentes del instituto armado. 'Lo lógico es que estuvieran en un piso o en un hotel, como ocurrió mientras estuvieron en Torrejón de Ardoz (Madrid), donde con unos pocos agentes en la planta y otros en la puerta del ascensor estaría asegurada su vigilancia a bajo precio'.

El problema fundamental es que los palestinos no están detenidos, no se les acusa de nada, ni tienen estatuto de refugiados. 'Si quieren salir, sólo podemos acompañarlos, porque además la Cruz Roja les apoya en todo lo que piden', añaden las citadas fuentes.

Mantenerlos en la casa forestal de Lubia requeriría acondicionar el recinto como una fortaleza: rejas en cada una de las ventanas de la casa; valla perimetral de unos tres metros de altura exenta de vegetación; instalar garitas y barreras de control; montar cada medio centenar de metros una cámara de vigilancia, lo mismo que en las puertas del recinto, la fachada principal de la finca, el patio central... Los agentes han reclamado también la instalación de sensores y focos cada pocos metros de valla 'que en caso de activación de la alarma se enciendan automáticamente'. La Guardia Civil asegura que sólo con éstos y otros medios se podría impedir que los palestinos se escaparan si así lo quisieran.

Uno de los palestinos acogidos por España, a su llegada a Madrid el 22 de mayo.
Uno de los palestinos acogidos por España, a su llegada a Madrid el 22 de mayo.EFE

'Si quieren, se nos escapan'

'Si éstos quieren, se escapan, y por las conversaciones que hemos mantenido con ellos están deseando volver a Palestina, porque dicen que son luchadores, que su sitio está en la lucha, en la trinchera, y no a miles de kilómetros de sus casas'. Los guardias que custodian a los tres de Belén lo tienen así de claro y, además, están convencidos de que en la casa de Lubia se dan todas las condiciones para que se marchen cuando quieran. La vivienda carece de cualquier dispositivo antievasión. Además de no tener rejas en las ventanas, en el caso de que alguna persona saltara la valla perimetral de la finca, débil y baja, 'sería muy fácil su ocultación inmediata', debido a que el recinto está rodeado 'de una gran arboleda', salvo los sectores dominados desde la propia Lubia y la carretera desde la que se accede a la finca. Y por si fuera poco, 'los caminos forestales del entorno facilitarían la huida posterior de dichas personas'. Los custodios de Ibrahim Abayat, Aziz Abayat y Ahmed Hamamrh, que tienen a toda su familia residiendo en malas condiciones en Palestina, han advertido una y otra vez que los tres 'se van a escapar si tienen la oportunidad'. Sin embargo, están mucho más tranquilos en cuanto a una posible incursión del Mosad, el temido servicio secreto de Israel. 'Eso lo habrá pactado a fondo la Unión Europea para que no haya problemas', aseguran. 'El problema no es ése. El problema, más bien el ridículo internacional, sería que se escaparan. ¿No estaríamos más tranquilos si estuvieran en otro sitio?'.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_