_
_
_
_

Aumenta en un 11% el número de inmigrantes matriculados para el curso 2002-2003

Algunas escuelas aseguran que ya no tienen plazas disponibles para alumnos extranjeros

El número de inmigrantes matriculados para el próximo curso en las escuelas públicas y privadas de Cataluña se eleva a 34.625, cifra que representa un aumento del 11% respecto al presente curso. En cifras absolutas, se han matriculado 3.790 alumnos inmigrantes más que este año, aunque las cifras definitivas no se conocerán hasta septiembre. Los alumnos extranjeros representarán el 3,7% de la población escolar. Algunos centros del Vallès aseguran que están saturados, a pesar de que la Generalitat afirma que 'no hay escasez de plazas'.

Estas cifras, facilitadas por el Departamento de Enseñanza de la Generalitat antes de que finalice el curso 2001-2002, indican que el próximo curso las aulas de las escuelas catalanas tendrán mayor presencia de alumnos extranjeros.

Las cifras definitivas de matriculación se conocerán en septiembre, debido a que entre los alumnos extranjeros es frecuente la incorporación tardía y no se pueden cerrar las plazas hasta que concluya el año escolar. El total de alumnos matriculados en Infantil, Primaria y Secundaria es de 931.914.

La procedencia de los alumnos es variada y refleja el lugar de origen de los inmigrantes que han llegado en los últimos años a Cataluña. El colectivo más numeroso es el originario de América Central y Latinoamérica (13.156), seguido por los de origen magrebí (12.314) y de países de la Unión Europea (2.839). De la Europa extracomunitaria se han matriculado 2.563 alumnos; de Asia y Oceanía, 2.256; de África, 1.429, y de América del Norte, 268.

Entre las escuelas que reciben más población extranjera nueva figuran las de la comarca del Vallès. Francisco Salmerón, director del centro Joan Sallarès i Pla, de Sabadell, asegura que esta escuela no tiene más plazas disponibles. Los extranjeros en este colegio representan el 14% y llegan aproximadamente dos alumnos nuevos por semana. 'Esto parece la ONU', afirma Salmerón, quien destaca la buena integración que existe entre nativos y extranjeros. Sin embargo, el Departamento de Enseñanza asegura que no hay restricciones de plazas en Cataluña debido a que, por la caída de la natalidad, cada año se reduce en aproximadamente 10.000 el número de escolares.

Meses de más ingresos

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Septiembre y enero son los meses de más incorporaciones de alumnos extranjeros de distintas procedencias por el aumento de la oferta de empleo. 'Es habitual que primero emigren los padres y, cuando encuentran trabajo y vivienda, traen a sus hijos y cónyuge', explica Salmerón.

Los centros de Primaria y Secundaria de Cataluña esperan escolarizar más inmigrantes a partir del nuevo curso, de acuerdo con la demanda registrada en la preinscripción escolar. En el colegio Sallarès i Pla tienen reservadas 35 plazas para P3, pero el Departamento de Enseñanza determinó que no podrán abrir una segunda línea por 'falta de recursos'.

La Constitución establece el derecho a la educación obligatoria y gratuita para todos los menores que residan en España. Desde el año pasado, en Cataluña y Madrid se incluyó la reserva de cuatro plazas en cada clase para alumnos con necesidades educativas especiales (en su mayoría, inmigrantes que no hablen el castellano y discapacitados) en todos los centros públicos y los concertados. El objetivo es que los alumnos con dificultades educativas se vayan escolarizando de forma más equilibrada.

La Dirección General de Ordenación Educativa de la Generalitat es la encargada de designar profesores de apoyo educativo para los alumnos que no dominan el catalán o el castellano.

Pere Solà, director general de Ordenación Educativa, explica que cuando llegan nuevos alumnos extranjeros, son sometidos a un diagnóstico para determinar cuál es el dominio de la lengua catalana y el nivel de conocimientos escolares.

En casos especiales de estudiantes que no tienen un idioma románico como lengua materna, se designa a un profesor para el aprendizaje individual. De todos modos, se los integra con chicos de su edad y se procura que concurran a las clases de música, plástica y deportes para garantizar la integración.

En general, el nivel de adaptación de los menores depende de la edad. Los pequeños se reintegran con más rapidez. En tres o cuatro meses hablan perfectamente el catalán. En los estudiantes mayores de 12 años, el aprendizaje de la lengua catalana suele tardar hasta un año.

La experiencia recogida por los profesores de apoyo individual revela que las matemáticas y tecnologías son las asignaturas con menor dificultad de aprendizaje para los chicos que hablan una lengua extranjera,mientras que la lingüística y las ciencias sociales les resultan más complicadas. Los alumnos suramericanos suelen tener mayor bagaje educativo y su integración es más rápida que la de niños africanos.

Sin problemas de integración

El Departamento de Enseñanza coincide con varios directores de escuelas consultados en que 'no existen graves problemas de integración de los escolares inmigrantes en los centros educativos catalanes'.

La diversidad racial no parece ser una novedad para algunas escuelas. 'Estábamos acostumbrados a tener gitanos y payos', dice Francisco Salmerón, el director del centro Joan Sallarès i Pla de Sabadell, con un 16% de alumnos de procedencia gitana.

'A veces los padres discriminan más que los niños', advierte Salmerón, que no recuerda ningún acto de rechazo dentro de su centro por parte de los alumnos. El caso más curioso fue el de un niña de origen chino que se incorporó en el último curso al colegio Sallarès i Pla.

La alumna tenía 12 años y no hablaba una palabra en catalán o castellano. Los directivos y profesores de la escuela tuvieron que comprar un diccionario chino para poder comunicarse con la estudiante. Por sus conocimientos académicos, la niña fue matriculada en quinto y fue necesario enseñarle a escribir de nuevo, ya que la grafía china y el sistema de redacción es muy distinto al catalán. 'Pensamos que le costaría adaptarse, pero a los seis meses ya hablaba los idiomas de acogida y sabía escribirlos', recuerda el director. Lamentablemente, explica Salmerón, los padres de la niña decidieron mudarse a Santa Coloma en busca de un mejor empleo, y la estudiante tuvo que abandonar ese centro educativo.

La Dirección General de Ordenación Educativa de la Generalitat recomienda que no sean más de cuatro el número de nuevos estudiantes extranjeros por clase para facilitar su integración, pero no siempre es posible cumplir esta proporción.

Algunos centros de Ciutat Vella tienen el 70% de estudiantes extranjeros y en las localidades de Rubí y Terrassa hay más de 300 niños inmigrantes que concurren a los colegios públicos. Tampoco son suficientes los profesores de apoyo individual de la Generalitat. Por ejemplo, en Sabadell hay sólo dos profesores para atender a todos los chicos con dificultades.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_