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Desalojado un edificio en L'Hospitalet por peligro de derrumbe

Aparecen grietas en un edificio de 4 plantas coincidiendo con unas obras colindantes

Cuando los vecinos de la calle de Uva número 8 del barrio de Santa Eulàlia aún no se han repuesto de la pérdida de sus hogares por el derrumbe el pasado lunes de parte de su bloque de viviendas, en el que murió una persona y otras seis resultaron heridas, la aparición de unas grietas obligó a última hora del jueves a desalojar otro inmueble antiguo situado a escasos metros del primero. Este nuevo desalojo ha disparado la alarma sobre el escaso control de operaciones de microurbanismo en barrios de gran densidad y con un parque de viviendas antiguo.

Al igual que ocurrió en la calle de Uva, el Ayuntamiento de L'Hospitalet ha paralizado de forma cautelar las obras de un aparcamiento que se está construyendo en la calle de Buenos Aires del barrio de Santa Eulàlia mientras se investiga si estas obras han originado las grietas que aparecieron en el bloque de viviendas colindante, en el número 9, que fue desalojado por motivos de seguridad el pasado jueves.

Fueron los propios vecinos quienes alertaron de la aparición de unas enormes grietas en la estructura del bloque, un edificio antiguo construido a principios del siglo XX, con un taller mecánico en la planta baja y tres pisos de altura en el que hay siete viviendas. En la finca colindante, el número 7, se habían iniciado recientemente las obras de un aparcamiento promovido por la empresa Soenelis, SA, con fecha de fin de obra en abril de 2004.

Ante la voz de alarma de los vecinos del inmueble, el jueves acudieron técnicos municipales, miembros de la Policía Local y los bomberos, quienes, como medida de precaución, desalojaron el edificio y colocaron testigos de yeso en las zonas afectadas de la estructura para analizar la evolución de las grietas que han aparecido. El Ayuntamiento decidió además paralizar las obras del aparcamiento que se realizan en el solar contiguo, en el que sólo se había colocado un muro vía para iniciar la cimentación, y ha instado a la empresa promotora a que tome medidas excepcionales para proteger la finca colindante. La Policía Local vigila desde ayer la finca desalojada, que ha sido precintada para que nadie pueda acceder a ella mientras se realizan los informes técnicos.

Una parte de los vecinos desalojados -siete personas- ha sido hospedada de forma temporal en el hotel Capital de L'Hospitalet, el mismo donde se hallan las familias afectadas por el derrumbe del inmueble de la calle de Uva, mientras que el resto de inquilinos de este bloque ha podido alojarse en casas de familiares a la espera de saber si podrán volver o no a sus hogares.

Preocupación vecinal

La coincidencia de dos casos de inmuebles afectados presumiblemente por unas obras cercanas ha causado preocupación. La Federación de Asociaciones de Vecinos de L'Hospitalet pedirá al Ayuntamiento mayor control, en el momento de conceder la licencia, de los efectos colaterales que puedan causar las obras. El presidente de la entidad vecinal, Manuel Piñar, califica esta coincidencia de 'espeluznante' y asegura que se puede producir 'cierta psicosis entre los vecinos cada vez que se comience una obra nueva'.

Piñar recuerda que una parte importante de la trama urbana de L'Hospitalet está formada por barrios constituidos en la década de 1960, que surgieron en una fase de especulación urbanística, no se asientan sobre cimientos sólidos o bien se construyeron con materiales de escasa calidad. Si en el momento de intervenir en estos barrios 'no se toman las medidas pertinentes', pueden producirse incidentes como los ocurridos ahora en Santa Eulàlia.

Las 10 familias afectadas por el derrumbe parcial del edifico de la calle de Uva han constituido una comisión y han contratado un gabinete de abogados y arquitectos para que represente sus intereses en el proceso judicial que emprenderán una vez se conozcan las causas del siniestro. De momento se barajan como posibles motivos del accidente la combinación de una estructura defectuosa -el inmueble fue construido en 1967 y había sido diagnosticado de aluminosis en 1991- y los efectos de las obras del aparcamiento que se realizaban en el solar colindante.

El edificio, del cual se desplomaron tres pisos de la parte trasera, ha sido decretado en ruina y será derribado en su totalidad el próximo lunes. Los afectados negocian ahora con el Ayuntamiento una ayuda que les permita pagar un alquiler durante seis meses.

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