Rebelión en las aulas

El colegio público Pasamonte, del barrio de Moratalaz de Madrid, desde el sector de los padres y madres, junto con el profesorado, manifiesta su malestar y total rechazo a una posible implantación del primer ciclo de la ESO en dependencias del colegio para el próximo curso académico 2002-2003, concerniente dicha enseñanza secundaria al instituto más cercano de la zona.

La Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid no ha presentado un proyecto con su correspondiente partida presupuestaria en el que se nos informe de cómo quedaría nuestro centro.

Los padres, madres y profesores del colegio público Pasamonte no comprenden cómo se puede llevar a cabo una modificación de tal envergadura sin habernos informado. Tras diferentes intentos y escritos por nuestra parte, la consejería no contesta, pareciéndonos que el asunto no lo están tomando con la seriedad ni el rigor que demanda.

A lo mejor resulta que los hijos de estos señores no estudian en la enseñanza pública y, por tanto, les importa 'un comino' cómo vaya a quedar un colegio público.

Hasta la fecha, el primer ciclo de secundaria se viene impartiendo en el extinto colegio público Gil Alberdi, ya que en el IES Rey Pastor parece que no caben. El desplazamiento se realiza mediante ruta y, según opinan diferentes padres de niños que allí estudian, el centro funciona de maravilla.

Señor consejero de Educación, seamos profesionales. No se puede realizar una obra seria si estamos a finales de curso y en septiembre vuelven los niños y ni siquiera tenemos constancia de que exista algún proyecto firmado, en el que se puedan garantizar, como la legislación lo establece, todas las normas de seguridad e higiene adecuadas al uso, máxime tratándose de unas obras que modifican la configuración y estructura de un colegio (escaleras para evacuación, lavabos suficientes...).

La enseñanza, ya sea pública, privada o concertada, requiere un tratamiento más serio. No se puede decir: aquí ponemos un muro, aquí tabicamos, esto compartimos, etcétera. Se trata de nuestros hijos y en el colegio se empieza ya a escribir su futuro. El colegio Pasamonte no tiene un gimnasio, a pesar de que lo llevamos pidiendo desde hace más de quince años, sin que se le haya dotado del presupuesto para paliar esta importante carencia.

Los padres y profesores de este colegio público ya estamos cansados y ofendidos por la desigualdad que se manifiesta en relación con los colegios concertados, centros éstos subvencionados con fondos públicos; y, en definitiva, quienes tienen que padecer estas diferencias son nuestros hijos. Por eso, nos indigna que la Consejería de Educación nos imponga suprimir parte de nuestras zonas del colegio teniendo que compartir lo poco que tenemos sin dar la opción de buscar la solución a base del consenso de todos los implicados.

Exigimos que se dote al instituto de las instalaciones que la normativa prevé y que no pretendan solucionar sus carencias perjudicando a los niños, niñas y profesionales que estudian y trabajan en el colegio Pasamonte, ya que la experiencia demuestra que las chapuzas para ahorrarse un dinero, al final, cuestan más caras.