El Gran Wyoming parodia el cine policiaco

Harry Callahan tiene desde este fin de semana su alter ego en el cine español: el inspector Vivancos el Sucio. El Gran Wyoming encarna a este policía, caricatura del personaje interpretado por Clint Eastwood, en la cinta Vivancos el Sucio 3 (Si te gusta haremos las dos primeras), segundo largometraje del realizador Albert Saguer. Esta parodia del cine policiaco, una sencilla 'película de risa', según su director, aterriza ambiciosa en la cartelera con la distribución de 230 copias, esperando repetir el éxito comercial de Santiago Segura con Torrente, referente inevitable del nuevo largometraje.

'Se trata de dos personajes completamente distintos y dos formas de humor diferentes. Torrente es un heredero del franquismo, un casposo. Vivancos es una parodia del cine policiaco', aclara el director y guionista de la cinta. 'Me parece humillante que se compare físicamente a Torrente con Vivancos', bromea Wyoming, que prefiere pensar que 'Torrente vive en una lata de sardinas, mientras que Vivancos lo hace en una de caviar'. 'No me da miedo la comparación porque los humanos a lo que tememos es a lo desconocido y este tipo de comparación es totalmente previsible', añade el actor.

Vivancos -'un ser contemporáneo, un desastre, de estos que se creen capaces de limpiar el mundo y acaba haciéndolo peor', según Wyoming- nació hace 12 años en un programa de humor de TV-3. Saguer, autor del personaje, recupera una década después los mejores gags protagonizados por el inspector e hilvana el guión utilizando como hilo conductor la defensa de Barcelona ante una amenaza fatal: una epidemia que dejaría calva a toda su población.

El malvado Tomasso (Javier Gurruchaga), alopécico por culpa de un encuentro anterior con el inspector, pretende vengarse de éste contaminando la red de agua de la ciudad con un producto que genera calvicie. Vivancos, junto a su inexperto ayudante Tino (Santi Millán), tiene que salvar la ciudad, liberar a la chica (Anna Galiena) y destapar una red de policías corruptos encabezada por Pozo (Simón Andreu). Juan Luis Galiardo, un teniente de policía de sexualidad ambigua que se arranca por rumbas, Pilar Rebollar y la apacición sorpresa de Tricicle completan el elenco de esta producción de Estudios Picasso y Grupo Rodar que supera los 3,5 millones de euros de presupuesto.

'Se trata de hacer comedia utilizando gags, un humor no muy frecuente en España pero que funciona muy bien con el público de aquí', comenta Saguer, que prefiere no encasillar su película en el género de la comedia. El director insiste también en que, a pesar de la famosa verborrea de Wyoming, Gurruchaga o Galiardo, se trató de un rodaje 'disciplinado' y ajustado estrictamente a su guión.

'Esto es una película que supera la realidad teleñeca de nuestra vida política. Con el filme, los españoles y turistas reconocerán que la presidencia española de la Unión Europea ha servido para algo', ironiza Juan Luis Galiardo, convencido del éxito en taquilla de Vivancos. 'Es justo y necesario que el filme se estrene en este momento en el que el cine está condenado a llenar salas', dijo el actor. Si su teoría funciona, veremos en los próximos años a Vivancos 1 y 2.