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Entrevista:ANDIE MACDOWELL | Actriz

'Nunca podría ligar con un jovencito'

Andie MacDowell está furiosa. La prensa británica le ha arruinado el día con un artículo, dice, plagado de mentiras. Un comentario aparentemente despectivo sobre su segundo marido, Rhett Hartzogg, un viejo amigo de la infancia de la actriz y modelo estadounidense, ha herido particularmente sus sentimientos. 'Los periodistas ingleses son mezquinos. No sé para qué me molesto en hablar con ellos. Me dan ganas de tirar la toalla', protesta durante la entrevista, en un hotel de lujo frente al londinense Hyde Park.

El malhumor es pasajero y el rostro más atractivo de L'Oréal pronto recupera su compostura habitual. Motivos tiene para sonreír. Se siente orgullosa de su última película, Mientras haya hombres, la ópera prima del escocés John McKay, que le acercó el año pasado a la Inglaterra rural. Es una comedia en la órbita social y sentimental de Cuatro bodas y un funeral, que requiere de la actriz comprometidas escenas sexuales sin llegar al desnudo integral, y en las que recupera la frescura y entusiasmo que demostró en Sexo, mentiras y cintas de vídeo, su primer gran éxito, de 1989. Las cartas se tornan con la edad y, a sus 44 años, MacDowell se enamora en la pantalla de un atractivo adolescente poniendo en peligro la relación con sus amigas, que interpretan las británicas Imelda Staunton y Anna Chancellor. 'Yo nunca podría ligar con un hombre tan jovencito', asegura.

'No hay muchos personajes complejos en el cine actual, al menos yo no los leo. Y menos personajes femeninos interesantes'

Pregunta. ¿Le cuesta acostumbrarse a leer comentarios sobre su vida personal en la prensa?

Respuesta. Ya ni tan siquiera interesan los aspectos personales, van a la zaga del escándalo. Soy actriz y famosa, pero también soy una persona normal con sentimientos y emociones genuinos. Pero el día que cometa una locura, aunque sea una memez, se enterará todo el mundo y el titular será completamente deshonesto. Me encanta mi trabajo, pero comienzo a cansarme de toda la basura que arrastra detrás.

P. ¿Qué le impulsa a seguir frente a las cámaras?

R. El amor por mi profesión. Me encanta descubrir y construir la realidad de un personaje. Lo hago bien. Sé representar a un personaje sin que parezca que estoy actuando. La interpretación es una forma de expresión artística muy difícil y las cosas no se simplifican con todo el calvario que nos hacen vivir. He trabajado muy duro para llegar donde estoy actualmente, para sentirme libre y sin cohibirme ante la presencia de una cámara. Nunca me lo tomo a la ligera y cada segundo que aparezco en pantalla es el resultado de horas y horas de pensar sobre esa escena en concreto. No dejo espacio a los accidentes.

P. ¿Qué le atrajo de Mientras haya hombres?

R. En cuanto leí el guión, que se titulaba originalmente El club de las tristes jodidas, con perdón de la expresión, estaba ansiosa por hacer la película. Me encantaron todos los detalles y complejidades de mi personaje. Me identifiqué con los sentimientos y estilo de vida de esta mujer. Es una trabajadora nata que se ha creado una imagen de sí misma como salida de una excéntrica película inglesa. Pero está sola y se da cuenta de su soledad cuando conoce a este jovencito, a su antiguo alumno. A muchas mujeres les pasa lo mismo: trabajan mucho y descuidan la otra faceta de su vida.

P. Usted, en cambio, ha sabido compaginar la vida familiar con la actividad profesional.

R. Siempre supe cuáles eran mis prioridades. Muchas mujeres buscan labrarse una carrera, pero yo, incluso antes de echarme novio, sabía que deseaba tener hijos y me aseguré de tenerlos. No estaba dispuesta a sacrificar mi deseo de crear una familia por la incertidumbre de convertirme en una actriz a la que quizá nadie conocería en el futuro.

P. ¿Los recientes cambios en su vida -mudanza, divorcio, boda- le ayudaron a acercarse al personaje de Mientras haya hombres?

R. Me ayudaron a comprender qué significa ser soltera a los 40 años. Flirtear a los 40 es muy distinto que a los 25. De entrada, una es demasiado lista para caer en estupideces. La edad ya no sirve de excusa para comportarse como una tonta. Las emociones son mucho más fuertes y las relaciones más complejas. Ser frívolo a los 40 es duro.

P. ¿Cómo se sintió compartiendo cama con un adolescente?

R. A mí no me atraen los hombres jóvenes. No podría ligar con un adolescente. Tengo un hijo de 15 años y sentiría que estoy con un niño. Hablé mucho del tema con John, el director, para comprender este tipo de relación. John tiene una visión muy moderna de las mujeres y ha creado una relación muy bonita: un joven supersexy enamorado de una mujer madura. No va detrás de su dinero ni hay nada que ella pueda ofrecerle, simplemente quiere a esta mujer. Me gusta la idea. A esa edad, las mujeres se sienten acomplejadas porque se ven gordas, viejas o feas. Se intimidan ante la perfecta persona joven y con frecuencia eso provoca que sus maridos las abandonen.

P. Hacía tiempo que no tomaba tanto protagonismo en un filme. ¿Fue intencionado?

R. No hay muchos personajes complejos en el cine actual, al menos yo no los leo. Y menos personajes femeninos interesantes, independientemente de la edad que una tenga. Cada vez se presentan menos y más distanciados entre sí. Las historias que surgen de Hollywood siempre se centran en la perspectiva de un hombre, así que es difícil encontrar algo interesante.

La actriz Andie MacDowell.
La actriz Andie MacDowell.BERNARDO PÉREZ
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