La oferta de Berlusconi logra dividir a los sindicatos italianos

La batalla en defensa del artículo 18 del Estatuto de los Trabajadores, que impide el despido libre, se ha cobrado en Italia la primera víctima: la unidad sindical. La oferta del Gobierno de Silvio Berlusconi de abordar la reforma del mercado del trabajo con los sindicatos, retirando el polémico artículo de las negociaciones e incluyéndolo en otra ley, ha sido aceptada sólo por CISL y UIL. La CGIL de Sergio Cofferati, el sindicato más poderoso, con 5,3 millones de afiliados, ha rechazado el acuerdo negociador y ha decidido seguir la batalla en solitario convocando huelgas generales de cuatro horas de ámbito regional, que se desarrollarán a partir del 20 de junio, y dos horas de ámbito nacional.

Por primera vez en la historia de las negociaciones entre empresarios, Gobierno y sindicatos, CGIL no ocupa el sitio que les corresponde en los debates, que comenzaron el lunes en un clima enrarecido por la ausencia de Cofferati. CISL y UIL, que se sumaron a la CGIL en la huelga general que paralizó el país en abril para protestar contra la reforma del mercado de trabajo, han dejado de compartir la estrategia de lucha. El martes, los líderes de CISL y UIL, Savino Pezzotta y Luigi Angeletti, acudieron a la mesa negociadora con el ministro de Trabajo, Roberto Maroni, que no regateó adjetivos contra los paros recién convocados por CGIL. 'Son huelgas contra el diálogo', dijo.

El Gobierno italiano ha establecido cuatro mesas de diálogo con los sindicatos para proceder de manera concertada a la reforma. Ayer, los representantes de CGIL acudieron a las discusiones sobre la reforma fiscal y la economía sumergida, aunque fue una presencia testimonial. Hoy está previsto que se inicien las sesiones de debate sobre las medidas para mejorar la situación laboral del sur de Italia, que presenta tasas de paro muy superiores a la media nacional. por debajo del 10%, y el 13 de junio se reanudará el diálogo sobre la reforma del trabajo propiamente dicha. Tanto Pezzotta como Angeletti confían en que el Ejecutivo renuncie a la supresión del artículo 18 al menos en dos de los tres casos que preveía. Según Luigi Angeletti, secretario general de UIL, 'el artículo 18 no será suprimido a los trabajadores que ya se benefician de él'. Pero todo parece indicar que el Gobierno sigue firme en su decisión de que los trabajadores contratados por las empresas que cuentan ya con 15 empleados (tope mínimo, a partir del cual rige el artículo 18) no se beneficien de esa garantía, que impide a los empresarios despedir sin una causa justificada. Otro tanto sucederá con los trabajadores de las empresas en negro que se decidan a emerger a la legalidad fiscal. Sus empleados no podrán ir a la magistratura para recurrir un despido improcedente.