Pier Luigi Pizzi recrea la cara más sátira y cómica de Rossini
El director italiano representa en A Coruña su versión de 'La italiana di Algeri'
Pier Luigi Pizzi (Milán, 1931) siente una predilección especial por Rossini, sobre todo en su versión más cómica. 'Yo hago mi trabajo por placer y Rossini me divierte', señala el director de escena italiano, que ha pasado casi dos semanas en A Coruña supervisando el montaje de la La italiana di Algeri, uno de los platos fuertes del festival Mozart de la ciudad gallega. Pizzi admite que los escenógrafos han asumido en la ópera parte del protagonismo que antes correspondía a los intérpretes, pero cree que en parte eso se puede explicar por la 'falta de grandes personalidades entre los cantantes'.
El festival Mozart de A Coruña cumple su quinta edición entre el reconocimiento alcanzado en poco tiempo y la incertidumbre sobre su futuro tras el anuncio de abandono de su director, Antonio Moral. De momento, hasta el 7 de julio, la ciudad gallega disfruta de una programación centrada en compositores más o menos contemporáneos de Mozart, una apuesta por la especialización que congratula a Pier Luigi Pizzi: 'En todo el mundo hay festivales, y el hecho de que se sepa que aquí se hace algo peculiar constituye una buena referencia. Lo que no tiene sentido es hacer un festival para ver por enésima vez La Traviatta o Carmen'.
Pizzi ha sido uno de los directores de ópera que más se empeñaron en los últimos años en mostrar al público que Rossini era algo más que el archirrepresentado Barbero de Sevilla. Su versión de La italiana in Algeri se estrenó en A Coruña el sábado y se repetirá esta noche. 'Entre otra razones, de Rossini me atrae que sea un compositor con tanta variedad', comenta. 'Hay este Rossini que presentamos aquí, cómico, satírico, que todo lo trata como un juego. Y luego hay otro Rossini con un fondo de amargura'.
Calderón
El barroco es otra de las predilecciones del escenógrafo milanés, que hace tiempo presentó en el Teatro Real de Madrid Celos aun del aire matan, un libreto de Calderón de la Barca con música de Hidalgo. 'Todavía queda mucho por recuperar del barroco español. Se han rescatado muchas obras, pero de momento aún no han sido representadas. Y hay una gran cantidad de gente, incluso fuera de España, que tiene gran interés en conocer eso. Debemos pensar que estamos en Europa y eso nos permite llegar a un público más amplio. A mí me gustaría que Calderón se representase en Francia, en Italia, en Alemania o en Inglaterra, del mismo modo que Mozart, Haendel o Vivaldi se representan en todas partes'.
Pizzi no niega que su pasión por el barroco esté relacionada con la libertad y las posibilidades escenográficas que ofrece. Al preguntarle sobre el creciente divismo de los directores de escena, explica: 'En esta época parece que el divismo de los cantantes está un poco bajo porque, entre otras razones, quizá faltan también grandes personalidades. Pero tenemos que mantener vivo el teatro de ópera. Y eso se debe mucho a las interpretaciones escénicas, que a veces pueden ser discutibles, pero que tienen gran interés'.
Babelia
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