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La banca por Internet consigue el 3% de los depósitos

En un año ha duplicado su cuota de mercado y captó el 11% del ahorro durante el primer trimestre de 2002

Íñigo de Barrón

Los bancos que operan por teléfono y por Internet se consolidan como captadores de depósitos. Las atractivas ofertas que han lanzado con gran despliegue de publicidad han calado entre la clientela, por lo que la banca tradicional empieza a verlos como enemigos cada vez más importantes. La consecuencia de su actuación es el encarecimiento de los depósitos en bancos y cajas, si bien algunos analistas creen que las entidades on line no podrán seguir durante mucho tiempo con ofertas tan atractivas.

La banca tradicional está viendo cómo las entidades 'on line' les encarecen sus depósitos y les 'roban' a clientes de alto poder adquisitivo

El boom de Internet pasó, pero los bancos on line en España siguen empeñados en consolidar su posición como captadores de pasivo. Más de un banquero estaba convencido de que la crisis de las puntocom acabaría con los agresivos proyectos que se desarrollaban en España. La realidad les ha obligado a variar sus estrategias, adaptándolas a un mercado menos maduro de lo que pensaron, pero han seguido apostando por captar pasivo. En el último trimestre se hicieron con 11 euros de cada cien que llegaron a los bancos. Sus entidades matrices aseguran que están dispuestas a soportar las pérdidas y tienen paciencia para no ver beneficios hasta 2003, 2004 o 2005. Hace unas semanas ha aparecido un nuevo jugador, Inversis, que ha lanzado una oferta del 5,5% por su pasivo al realizar una inversión simultánea en fondos de inversión.

El reto que tienen es demostrar que son capaces de convertirse en entidades completas, ofreciendo todos los servicios de un banco. 'Ése es el punto más difícil', dice un analista bancario, 'y sólo lo conseguirán si la población española acelera su introducción en el mundo de Internet'.

El que ha llevado la batuta como captador de pasivo ha sido ING Direct, que tiene más de la mitad del pasivo conseguido por los bancos on line. Según la última información de esta entidad, en 2001 ha duplicado su tamaño y, al cierre de marzo pasado, contaba con 470.000 clientes y 4.453 millones de euros (750.000 millones de pesetas) en depósitos, un 20% más que en diciembre de 2001.

El rápido crecimiento de la filial holandesa ha provocado que algunas entidades financieras, bancos y cajas de ahorro hayan realizado una campaña de desprestigio contra su competidor. Un considerable número de oficinas ha tratado de disuadir a los clientes que amenazaban con marcharse con argumentos variados que hacían referencia a supuestos problemas en ING. La entidad, que tiene una solvencia similar a la del Santander Central Hispano, según las agencias internacionales, ha desmentido los rumores y ha afirmado que en marzo ha obtenido resultado operativo (antes de costes de marketing) y cerrará el ejercicio 2002 con un beneficio operativo de cuatro millones. En los últimos tres años, el ING ha invertido en España 68 millones de euros en construir el octavo banco del ranking español por depósitos. La entidad tiene el reto de demostrar que es capaz de colocar fondos de inversión y créditos hipotecarios, dos de sus objetivos actuales. Los más críticos con ING Direct no creen que lo consiga y piensan que sus clientes les abandonarían si dejan de ofrecer tipos superiores a los del mercado. El tiempo lo dirá.

Patagon España es otra de las entidades más agresivas a la hora de captar ahorros. La filial del SCH se ha deshecho de Patagon América con pérdidas de 700 millones de euros, y se ha centrado en España y Alemania. Sus ofertas se sitúan alrededor del 4%, cuando el euribor está situado en el 3,25%. El pasivo captado es 15 veces mayor que los créditos de sus clientes.

Otro de los gigantes de este sector, Uno-e, controlado por el BBVA y por Terra, filial de Telefónica, ha dado un golpe de timón a su estrategia. La entidad ha absorbido 2,2 millones de clientes de Finanzia, el banco dedicado a la financiación del consumo, a los que intentará colocar sus productos. Los analistas coinciden en señalar que con este atajo entrará en beneficios, pero 'será imposible seguir las cuentas reales de Uno-e como banco por Internet porque las dimensiones de Finanzia desdibujarán el balance'. Hasta ahora no ofrecía créditos.

Todo lo contrario que el Popular-e.com, filial del Banco Popular. Su actividad principal es conceder préstamos, cuyo volumen es 2,5 veces superiores a los depósitos captados, y tiene a gala ser el primer banco del sector que ha entrado en beneficios. Activobank, controlado por el Sabadell y BCP, es otro de los jugadores que se han lanzado a este negocio.

Encarecer el pasivo

¿Por qué preocupan los bancos on line a los competidores tradicionales? Según un estudio de Cap Gemini Ernst&Young, en 2004 el 60% de las operaciones se realizará en las oficinas, lo que indica que todavía está lejos el día que la Red deje vacías las costosas sucursales que inundan España.

Además, las cifras absolutas de los bancos on line como captadores de pasivo -ahora tienen 7.702 millones de euros (1,28 billones de pesetas)-, no son escandalosas. Sin embargo, la inquietud para bancos y cajas se debe a que las entidades on line les encarecen los miles de millones de euros captados a sus clientes. Esto sí son palabras mayores.

Con este planteamiento, parecería lógico que BBVA y SCH no continuaran con sus filiales en la Red. Sin embargo, están convencidos de que si ellos abandonan ese terreno, lo ocuparán otros y los efectos serían peores.

Además, Internet se consolida como un imán para los clientes de mayor poder adquisitivo, es decir, los más rentables y atractivos, por lo que las fugas son relevantes.

Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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