L'Albufera, al límite

'L'Albufera de Valencia es un ecosistema muy frágil, con aguas gravemente dañadas, y con un pequeño vertido, un abono excesivo, o un insecticida aplicado localmente sobrepasamos los límites provocando una mortandad de peces', asegura Antonio Luis Goberna, autor de Contaminación en la Albufera: análisis de sus aguas, un exhaustivo estudio sobre las posibilidades de supervivencia en una de las lagunas litorales más importantes de las costas mediterráneas. 'No pretendía ser catastrofista diciendo que estábamos perdiendo L'Albufera, no buscaba nada en concreto, y ni siquiera tenía título, mi intención era analizar las características del agua del lago durante un año, porque estaba realizando el doctorado en la UNED-Valencia y posteriormente, a la universidad le pareció interesante editar el libro', dice Goberna.

El seguimiento de la calidad de las aguas del lago demuestra, según el análisis químico, que tiene un problema de eutrofización, es decir, un crecimiento desmesurado de algas microscópicas debido a la gran cantidad de nitrógeno y fósforo, procedente, sobre todo, de los abonos. Su principal efecto es el consumo de oxígeno disuelto en el agua, lo que produce malos olores y, en ocasiones, impide la vida animal.

La alcalinidad o acidez del agua es uno de los indicadores de la contaminación: 'El PH de nuestra piel alcanza el 5,5. Los límites para la vida de los peces se sitúan de 6 a 9 y el valor promedio encontrado en L'Albufera es de 9', determina Goberna, antes de puntualizar que cualquier agente tóxico eleva el nivel y causa la muerte de peces. Para el profesor esto explicaría el último episodio que acabó con un millar de llises en el puerto de Catarroja.

Otras variables fueron la tensión superficial, la conductividad y la demanda química de oxígeno en agua. La primera magnitud debe tener un valor aproximado a 72,75 N/m (Newton por metro) y los valores medios en L'Albufera van de 67,28 a 98,10. La conductividad ha ido disminuyendo, pero aparece un ligero repunte en los últimos años. Y el último parámetro, la demanda de oxígeno en agua, también es negativo, pues toda medida superior a 4 miligramos de oxígeno por litro indica contaminación y en L'Albufera se encuentra entre 10 y 18. El experto advierte de la peligrosidad de esta época del año, pues la cantidad de abono nitrogenado que utilizan los agricultores para el arroz, la insolación y el bajo nivel de las aguas disminuyen el oxígeno del agua, lo que afecta a la fauna de un paraje en un estado de mírame y no me toques.

Como medidas para oxigenar las aguas se han introducido aireadores y se han cerrado industrias, pero Goberna reclama medidas adicionales, como la mejora de la planta depuradora de Pinedo, que actualmente limpia toda las aguas residuales de la ciudad de Valencia y L'Horta Sud, aunque sin realizar un tratamiento terciario que elimine el nitrógeno y el fósforo. Por ello, sería necesario completar la red de depuradoras y colectores. También sería conveniente vigilar a los agricultores para evitar la utilización de abonos nitrogenados, controlar la presión urbanística y que los ayuntamientos obligaran a las industrias a depurar las aguas. Para realizar el estudio pidió información sobre el tipo de industria y los vertidos a todos los ayuntamientos de las localidades colindantes a L'Albufera (incluido el de Valencia) y sólo el de Albalat de la Ribera aportó datos, revela.

Las peculiaridades geográficas del lago tampoco benefician a la calidad de sus aguas, cuyo característico color verde se debe a la gran cantidad de algas muertas que se depositan en el fondo. 'La visibilidad es imposible a 30 centímetros de hondura. Los canales son estrechos y la profundidad media es de 90 centímetros, llegando a un máximo de 2,5 metros. Además el agua sólo se renueva 9 veces al año. Una tarde con mucho viento o una barca a motor podría remover el fondo, lo que amenazaría la supervivencia natural'.

El autor del libro dice que la Administración ha programado bastantes actuaciones, como el Plan Rector de Uso y Gestión de L'Albufera. No obstante, apunta que 'la velocidad de ejecución no es la deseable' para un entorno tan quebradizo.